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Los vecinos critican la edificabilidad prevista junto a las estaciones del AVE

Sant Andreu, la Sagrera y Sants quieren viviendas sociales y equipamientos

Los barrios barceloneses más afectados por la llegada del AVE piden al Ayuntamiento que reconsidere los niveles de edificabilidad previstos junto a las estaciones del tren de alta velocidad por considerarlos "exagerados". En las alegaciones presentadas ayer a los respectivos planes de ordenación, las asociaciones de vecinos de Sant Andreu, la Sagrera y Sants critican que en éstos se haga más hincapié en los aspectos que generan plusvalías para que la operación tenga un coste cero para las arcas municipales que en reservar espacios para viviendas sociales y equipamientos.

Las nueve entidades vecinales que suscriben las alegaciones contra la modificación del Plan Metropolitano para ordenar la futura estación de la Sagrera y sus alrededores piden que el plan incluya un estudio sobre el impacto ambiental que los proyectos comportarán para este sector de la ciudad.

Los términos más duros se reservan para la edificabilidad propuesta por el plan, que, según la alegación, "supone un incremento desproporcionado y desmesurado de la edificación en unos barrios densamente poblados". Piden los vecinos que se modifiquen a la baja los metros cuadrados de techo a partir de "criterios de creación de ciudad y no sólo basándose en criterios económicos que generen la máxima plusvalía tal como refleja el plan".

A los vecinos de Sants les cuesta aceptar el cajón de hormigón que cubrirá las vías, que en algunos puntos superará los 12 metros de altura, en lugar de que se soterren como reivindican. En las alegaciones del Centro Social de Sants, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) y cuatro entidades vecinales, se lee: "Los beneficios que obtendrá el barrio son: la disminución de espacio para equipamientos y zonas verdes y un cajón de hormigón para muchos años, aunque podamos pasear por encima de los trenes".

Los residentes de la Sagrera, a su vez, albergan serias dudas respecto a lo que implicará para ellos convertir buena parte del terreno libre de la zona en nudo de comunicaciones intermodales. Quieren recuperar la conexión con los barrios del entorno, que quedó cortada en su día debido al foso ferroviario. De ahí que en sus alegaciones insistan en que se cubran todas las vías desde el nudo de la Trinitat hasta el puente de Espronceda. Reclaman que el plan recoja que la losa de hormigón cubra las vías hasta la altura de la plaza del General Moragues y el tramo restante, hasta enlazar con el puente de Calatrava, se haga mediante un material traslúcido que, en lugar de afear esta obra singular de ingeniería, la realce.

Los vecinos de Navas y de la Sagrera se oponen a los construcción de viales para el tráfico rodado que el plan prevé para enlazar con las autopistas, las rondas y el nudo de la Trinidad desde la estación de la Sagrera, que en algunos puntos suman hasta cinco carriles.

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