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VISTO / OÍDO
Columna
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El feminismo en el PP

El nuevo golpe carcelario del Gobierno va contra los inmigrantes; disfrazado como siempre de algo positivo. Contra la mutilación del clítoris en las mujeres, contra los "traficantes de seres humanos", para "explotación sexual". Y el permiso para que los extranjeros puedan divorciarse con la ley española. Tres notas que vamos a aprobar todos, y ya se estaban aplicando. La resolución por la condena y cárcel deja el fondo sin resolver. Hay mujeres de esos países que prefieren la ablación porque si no nadie se casará con ellas en su tierra; las que ejercen la prostitución no tienen de qué comer, ni sus maridos ni sus hijos, que podrán ser considerados proxenetas. Y los divorcios valen en sus países; no podrán volver a ellos porque serán más o menos lapidadas. Es verdad que, según informes (en OneWorld Spain, de la Red), hay talleres marroquíes clandestinos que hacen ropa para las empresas de confección españolas; pero no da para todas y quizá lo que ganen no las redime. Con todo, hay que decir lo de siempre: se castigan los síntomas, no se cura la enfermedad.

¿Se puede abolir la prostitución? No: pero hay diferencias entre las de la calle y las pequeñas diosas; las de campo ahora abren su abriguito en la Casa de Campo, a cuatro o cinco grados bajo cero, para que el automóvil alumbre los cuerpos temblorosos de frío y de miedo. Claro que tienen mucho miedo, y no sólo a las mafias: a los clientes, que no suelen ser muy humanos. Y al vecindario que se manifiesta fingiendo que puede herir la sensibilidad de sus hijos, y lo que hiere es el precio de sus pisos. Las diosas son las que se anuncian en los periódicos, incluso que alguno de ellos censura, pero permite su literatura lasciva, falsaria. Otras mafias. Nacionales.

Este falso feminismo práctico, de clases, para hombres, o de utilización del machismo, es repugnante. Ana Botella será siempre la Señora de Aznar, Trini Jiménez es adelantada de un partido dirigido por hombres, y la expulsión del segundo de la lista de Izquierda Unida porque no paga la pensión a su divorciada es la utilización de algo que pasó hace tiempo.

Bien, es posible que de estos golpes de cálculo y de astucia salga el progreso. Puede que tengamos alcaldesa, que se salven las niñas de la ablación del clítoris y que ninguna mujer se case a la fuerza o por dinero. Aunque sea española.

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