Una estrella precoz
Daniel Pacheco causa sensación en un torneo alevín de fútbol y ya le siguen el Barça y el Madrid
13 horas del pasado 5 de enero en el Pabellón Martín Carpena. Unos 5.000 espectadores ansiosos por ver fútbol en estado puro el mismo día que Daniel Pacheco cumplía 12 años. Se disputaba la final del I Campeonato Mundial de Fútbol 7 en categoría alevín y este chaval de Pizarra (Málaga) ha sido el único andaluz que aparecía en la lista de la selección española, junto a las perlas del Madrid o el Barcelona. Tuvo que superar un filtro por el que pasaron otros 300 niños de todo el país. Ha sido la primera vez que actúa un combinado nacional en esta edad y modalidad, y Daniel Pacheco ha sido la auténtica sensación.
De esta vertiginosa manera ha comenzado la historia de una estrella precoz que ya cuenta con la fama que numerosos deportistas no llegan a alcanzar en decenas de años de carrera. Pero así es la hegemonía del fútbol y son cada vez más los aficionados que prefieren ver jugar a niños sabedores de que en esos partidos no hay trampa ni cartón, marrullerías, tanganas, fingimientos o hipocresías. En este contexto, Daniel Pacheco ha marcado 10 goles en cinco partidos y ya se han interesado por él equipos como el Barcelona o el Madrid, comenta Salvador Pacheco, su padre.
"Yo me iría mañana", espeta el joven jugador momentos antes de entrenarse con el Málaga. Le tira más el blanco, pero su sueño es estar en un grande y, a pesar de ser un niño, no le asusta la idea de dejar su pueblo, sus amigos o su familia para irse a Barcelona, donde ya conoce a tres compañeros de la selección. "Lo primero son los estudios", asegura. Lo confirman sus buenas notas, pero una vez fuera del aula, vive para el fútbol. De hecho, ha acompañado a su hermano, que juega en el juvenil de División de Honor del Málaga, allá por donde juegue.
"Está en una nube", confiesa su padre, que tampoco oculta cierto miedo por perderlo. "No creo que sea idóneo que se vaya hasta los 14 años porque no deja de ser un niño y sería duro verle sólo dos veces al año", puntualiza. Además, por muy bueno que sea, 12 años es una edad impredecible. Es a los 14 o 15 años cuando se ven sus verdaderas posibilidades. Pero Daniel Pacheco parece haber triunfado ya: "En el pueblo todo el mundo me saluda y me dice algo", señala entre risas.
Pero, ¿por qué esta explosión deportiva? Porque Daniel Pacheco marcó 128 goles el año pasado con el Málaga en su primer año como alevín, es decir, contra rivales casi siempre más grandes. Ese año ganaron la Liga y la Copa provincial y batieron todos los registros estadísticos a escala nacional. Este año lleva 100 goles y queda prácticamente toda la segunda vuelta. Agustín Díaz, su entrenador y director de la Escuela de Fútbol del Málaga, le define: "Tiene casi todas las condiciones para ser un gran futbolista: fantasía, habilidad, improvisación, usa ambas piernas, es un ganador nato y posee un regate en corto que rompe a cualquiera".
Sus compañeros, como el portero Miguel, le admiran: "Cuanto mejor es, más se esfuerza", dice. Su entrenador, casi un padrino para él, es más exigente: "Su talón de Aquiles es que se siente muy superior, por eso no debe bajar los brazos y trabajar incluso más que el resto". No obstante, parece que nada puede con este chaval, que ya ha pasado por uno de los calvarios del deporte. Con ocho años, cuando fichó por el Málaga, tenía la tibia y el peroné rotos. Ahora, cuatro años después, ya sueña con vestir la camiseta de un equipo grande.
España, la cuna del fútbol 7
El pasado fin de semana había en Málaga unos 200 niños de 12 años más pendientes de un balón que de los Reyes Magos. Competían por el I Campeonato Mundial de Fútbol 7 en categoría alevín. El torneo era una apuesta de la Federación Española de Fútbol, con apoyo de la andaluza, por llevar a otros continentes lo que ya es un clásico en España: el fútbol 7 como pedagogía de ese deporte. El arraigo nacional de la modalidad tiene fácil explicación: los tres primeros puestos de este mundialito fueron para las selecciones de España, Andalucía y Málaga. Estos dos últimos combinados participaron por la ausencia de Egipto y Colombia, que tuvieron problemas con los visados.
En España, las canteras de los equipos llevan varios años trabajando en esta modalidad óptima hasta los 12 años, algo de lo que están muy alejados cunas del fútbol como Brasil.
El coordinador de categorías base de la Federación Brasileña, Nilson Gonçalves, era tajante: "La mejor base del fútbol 7 del mundo la tiene España y nosotros esperamos impulsarla en Brasil desde ya". La falta de práctica propició que la mayoría de países participantes en el mundial fueron representados por escuelas de fútbol. El Vasco de Gama defendió los colores de Brasil.
A Perú la representaba la escuela Cantolao de Lima, de la que han salido jugadores como Claudio Pizarro (del Bayern de Múnich) o la mitad de la actual selección absoluta. El seleccionador destinado a Málaga, Juan Carlos Vargas, lamenta la carencia de infraestructuras o árbitros preparados en Suramérica. "El fútbol 7 es mejor para enseñar a los niños, los espacios son más reducidos y tienen más contacto con el balón, hay más dinamismo y obliga a pensar más rápido", afirma Vargas.
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