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González agita al equipo directivo

El BBVA rejuvenece la cúpula para que se adapte al diseño de la nueva estrategia

Íñigo de Barrón

Francisco González no ha dejado pasar más que un año de su presidencia en solitario para remodelar profundamente la cúpula directiva del BBVA. El consejo ha aprobado la prejubilación de 27 altos cargos, cuatro de ellos directores generales, mayores de 50 años, y ha reducido el comité directivo de 14 a 12 miembros. Además, ha cambiado de funciones a 60 ejecutivos, casi un tercio de la alta dirección. El objetivo del cambio, como de los dos anteriores realizados desde la fusión, es preparar al banco para la nueva estrategia y cultura que se ha diseñado.

Desde la fusión en octubre de 1999, el banco ha prejubilado a más de noventa altos cargos
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Hace sólo unas semanas, Julio López, director general comercial del BBVA, que se ha visto reforzado en su puesto en esta remodelación, pronosticó tiempos difíciles para el sector. A su juicio, la caída de los tipos de interés "estrechará los ya menguados márgenes del negocio. El crecimiento económico se ralentiza, lo que afectará a los volúmenes del negocio, y, además, la compentencia de las cajas es cada vez mayor. Si sube la morosidad, llegarán verdaderos malos tiempos".

Este análisis, que coincide con el del resto de los competidores, presagia momentos duros para el sector. Además, el banco ha anunciado un giro en su política comercial que incluye un trato diferenciado a los clientes en función de su renta, denominado servicios financieros personales.

Con esta premisa, Francisco González y José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado, presentaron por sorpresa un nuevo equipo ejecutivo. González no quiso esperar a la junta de accionistas, que se celebrará el 1 de marzo en Bilbao, para presentar el nuevo equipo para no perder tiempo.

La remodelación es de gran calado por dos razones: afecta a 90 ejecutivos, entre prejubilaciones y cambios de funciones, y supone una reorganización de las áreas de negocio. Tras digerir la sorpresa inicial, cambiar de despachos, los ejecutivos del BBVA tendrán que meterse rápidamente en harina porque el mayor riesgo que tiene esta situación es, en opinión de los analistas, "la menor capacidad transitoria de decisión que tendrán los responsables de los departamentos mientras digieren estos cambios", como apunta Javier Bernat, de Caja Madrid Bolsa. No hay que olvidar que las modificaciones afectan a un número importante de directores territoriales, que influyen en toda la escala de mando del negocio comercial. Además, los competidores esperan el mínimo despiste para robar clientes en un mercado tan competitivo.

Según algunos analistas, para la organización interna del banco tiene más trascendencia el cambio de estos 27 ejecutivos que el de los cuatro directores generales. Desde la fusión, el BBVA ha prejubilado a casi 100 altos cargos.

Éste es el tercer cambio directivo profundo desde la fusión, en octubre de 1999, una cifra considerada "muy elevada" por algunos ejecutivos, que acusan tanta mudanza. "Si realmente el esquema no dura tres años, como ha prometido la dirección, sería un fracaso", comentan otros.

Con la reorganización abandonan el comité directivo por prejubilación dos ex ejecutivos de Argentaria, José Antonio Fernández Rivero, director general de sistemas, y Gregorio Villalabeitia, responsable del grupo industrial. Procedentes del BBV se van José Fonollosa, director general de América Latina, y Antonio Ortega, de recursos humanos. De los dos nuevos que entran al comité directivo. uno procede del BBV, José Sevilla, que dirigirá el área de presidencia, y el otro es el director general financiero, Manuel González Cid, ex Argentaria.

Con la reestructuración, en el BBVA sólo existirán tres áreas de negocio (seis actualmente), ya que banca minorista absorberá las actividades de gestión de activos, servicios patrimoniales y seguros en España, bajo la tutela de Julio López; banca mayorista y de inversiones asumirá el área inmobiliaria, con la responsabilidad de José María Abril. También se agruparán todas sus actividades en América en una única estructura, dirigida por Vitalino Nafría. Además, la expansión corporativa y las participaciones industriales cotizadas dependerán del área financiera. Las nuevas direcciones de recursos humanos y de organización y sistemas estarán bajo la tutela de Ángel Cano e Ignacio Sánchez Asiaín, respectivamente.

El problema de la edad y la experiencia

Tras la fusión, en octubre de 1999, el banco prejubiló a otros 27 altos ejecutivos, mayores de 57 años. En abril de 2001 se prejubiló a los ejecutivos mayores de 53 años. En esta remodelación, el banco justificó la prejubilación de la treintena de altos cargos porque sobrepasan los 50 años. El BBVA, como el resto de la banca, cada vez baja más la edad con la que prejubila a sus plantillas y directivos.

Sin embargo, este argumento choca con el hecho de que la jubilación del presidente del BBVA está prevista para cuando cumpla 65 años (ahora tiene 58); la del consejero delegado cuando supere los 60 años (en febrero Goirigolzarri cumplirá 48) y los consejeros pueden seguir en su puesto hasta los 70 años. Además, alguno de los actuales directores generales, como Vitalino Nafría tiene 51 años; José María Abril, 50 años; la misma edad que Manuel Méndez y José Maldonado, secretario general.

Sin embargo, para los analistas bancarios, el mayor problema de este sistema es la pérdida relevante de experiencia profesional. Diferentes ejecutivos bancarios reconocen que este sistema tiene una gran ventaja: permite renovar la cultura anterior y establecer una nueva, "en este caso, distinta del BBV y de Argentaria, que será el nuevo BBVA de González". Por eso, añaden, este sistema ha sido utilizado con mucha frecuencia en el Santander Central Hispano, también sumido en un proceso de unificación de culturas.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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