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El 'número dos' de IU al Ayuntamiento se siente víctima de la conspiración de un sector

Una sentencia condenó a Carlos Gutiérrez por no pagar pensión a su ex mujer e hijos

La crisis que ha vivido IU en los últimos meses para elaborar sus listas electorales tomó ayer un nuevo giro al trascender que Carlos Gutiérrez, número dos en las listas para el Ayuntamiento de Madrid, fue condenado en 1998 a ocho fines de semana de arresto y 8.736 euros por no pagar la pensión alimenticia a su ex mujer. La pena ha prescrito. Gutiérrez se siente víctima de la conspiración de un sector de IU. Hoy se reúne la comisión ejecutiva para decidir si debe abandonar. "Lo que ha hecho es incompatible con ocupar un cargo público", dijo Inés Sabanés, número uno de la lista.

El viernes por la noche, el consejo político regional, al que asistían cerca de 140 miembros de la coalición en Madrid, tuvo que ser interrumpido repentinamente por el coordinador regional, Fausto Fernández, después de que una mujer, y miembro del consejo, según explicó un testigo, repartiese un documento que comprometía al número dos de la lista municipal, Carlos Gutiérrez. Se trataba de un auto en el que se daba cuenta de una sentencia del Juzgado Penal número 2 de Madrid, que en 1998 condenaba al dirigente de IU a ocho meses de prisión y a 8.736 euros de multa por abandono de hogar e impago de la pensión alimenticia a su ex mujer y a sus tres hijos. El auto da cuenta igualmente de que la pena ya ha prescrito al haber pasado cinco años.

Al conocer la situación, la secretaría de la mujer de IU se reunió de urgencia el mismo viernes por la noche y resolvió pedir que se le apease de las listas al Ayuntamiento de Madrid . Gutiérrez, que tiene 56 años, lleva tres años en IU, actualmente es coordinador de áreas de la coalición de izquierdas y asegura que no pagó la pensión por "insolvencia económica".

IU convocó para hoy a su comisión ejecutiva, que decidirá si Gutiérrez debe permanecer en la lista electoral. Fausto Fernández, coordinador regional de IU, explicó ayer que Gutiérrez tendrá una oportunidad para defenderse. "Será apeado de las listas si no demuestra con documentos esa insolvencia económica. La acusación es muy seria porque va contra el respeto a las mujeres, una de las señas de identidad de IU", advirtió Fernández. Gutiérrez, por su parte, aseguró que no pensaba dimitir, pero que aceptará la decisión que tome su partido.

"Es un linchamiento"

Gutiérrez acusó ayer a Silvia Uyarra, responsable de la secretaría de la Mujer de IU, de estar detrás de la difusión del documento. "Esto es un linchamiento. Lo que ocurre es que Uyarra está vinculada con unos sectores minoritarios de IU que no reconocen los resultados de las listas electorales, en los que ganó el sector de Fausto Fernández y por los que yo voy de número dos al Ayuntamiento de Madrid", argumentó. "El tema de la condena está cerrado y ya ha prescrito. Mañana [por hoy] presentaré los documentos que avalan que, cuando se dictó la sentencia, yo era insolvente y no podía pagar la pensión", añadió.

Según explicó Gutiérrez, se separó de su mujer en 1991 y el juicio por el impago de la pensión se celebró en 1997. También añadió que hace tres años él mismo comunicó sus problemas al entonces coordinador de IU-Madrid, Miguel Reneses. "Lo que me ha ocurrido es un viejo y conocido asunto", aseguró. Miembros del consejo político, en cambio, aseguraron que la noticia de la condena a Gutiérrez "ha pillado a todo el mundo por sorpresa".

"Voy a presentar una demanda contra Urraya y el resto de mujeres que repartieron el papel porque las formas han sido deleznables e inquisitoriales. Yo creía que esto sólo pasaba en las películas norteamericanas hechas para televisión", aseguró Gutiérrez. Uyarra respondió que la secretaría de la Mujer no estaba detrás del asunto y que ella se había enterado del pasado de Gutiérrez al mismo tiempo que el resto de miembros del consejo.

Uno de los miembros del consejo aseguró que Fausto Fernández conocía desde hace "mes y medio" la pena impuesta a Gutiérrez y que no había tomado ninguna decisión. "Fernández lo sabía y no hizo nada. Tiene que tener cuidado porque la polémica también puede arrastrarle. El reparto del documento entre los miembros del consejo salió de las propias filas del sector de Fernández al ver que éste no actuaba en consecuencia. Si él no toma medidas, las tomaremos otros", aseguró este miembro del consejo. "La secretaría de la Mujer no ha tenido nada que ver con el asunto", añadió.

Inés Sabanés, candidata a la alcaldía de Madrid por IU, afirmó ayer que los hechos cometidos por Gutiérrez son "incompatibles" con su presencia en las listas electorales y con la filosofía de IU. "Lo que ha hecho le invalida para cualquier cargo público. No es una bronca entre los distintos sectores del partido. Lo positivo es que hemos detectado el problema y lo vamos a resolver en 24 horas", concluyó Sabanés.

El calvario de las listas electorales

La polémica alrededor de Carlos Gutiérrez añade un último episodio a la crisis de IU-Madrid que parecía aminorada desde que a finales del mes de octubre pasado el partido ratificó sus listas electorales. Las candidaturas para los comicios autonómicos y municipales fueron aprobadas el pasado 4 de octubre después de un largo calvario de modificaciones y disputas entre diferentes sectores.Las luchas internas en el consejo político obligaron a cambiar las candidaturas pocos días después de ser aprobadas. El reparto paritario de puestos en las listas entre los dos grandes sectores de IU -encabezados por Fausto Fernández y Ángel Pérez, portavoz parlamentario- se tambaleó poco después al darse cuenta sus responsables de que debían cumplir la cuota femenina. Entonces hubo que modificar las candidaturas y alterar el orden de los aspirantes.Finalmente, la solución pasó por relegar a las corrientes minoritarias al fondo de las listas y dejar para los partidarios de Pérez y Fernández los puestos con opción a escaño. Una de esas corrientes minoritarias, la Plataforma de Izquierdas -encabezada por Ángeles Maestro y Susana López-, consideró "intolerable" esta reordenación y pidió a la dirección federal que interviniese. Además, exigió la dimisión de Fernández, a quien, hasta entonces, había apoyado. La corriente minoritaria acusó a Fernández, en un comunicado, de permitir la "alteración de las candidaturas electorales para 2003".Por su parte, Ángel Pérez declaró entonces que no se sentía identificado con las listas aprobadas (aunque éstas habían sido consensuadas con su sector), y calificó de "chapuza" el proceso.IU tiene ahora ocho diputados en la Asamblea y cinco concejales en el Ayuntamiento de la capital. Si las encuestas no fallan, la coalición obtendrá, en los comicios del próximo 25 de mayo, igual o menor número de cargos. Por eso es tan importante en qué puesto de las listas han quedado los representantes de cada corriente de la coalición. A partir del noveno puesto en la lista de la Asamblea y del sexto en la del Ayuntamiento, no habrá prácticamente posibilidad de acceder a las instituciones, según los sondeos.

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