El Ayuntamiento prevé aprobar en febrero los cambios urbanísticos para el plan de viviendas
El consistorio promueve la construcción de 1.000 pisos en la zona de Vall d'Hebron
Lleida, Girona, Terrassa y Mataró son algunas de las ciudades que no tienen los límites que marca el Plan General Metropolitano de Barcelona a la superficie de los pisos y sus normas son más flexibles para construir diferentes tipos de viviendas. Eso es lo que se propone la iniciativa municipal que en febrero será llevada a comisión para su aprobación inicial. Responsables del Área de Urbanismo del consistorio dan por sentado que la Generalitat concederá el visto bueno, ya que así lo ha hecho recientemente en revisiones urbanísticas de otras ciudades.
Precisamente el origen del plan municipal tiene mucho que ver con lo que ocurre en otras ciudades catalanas. Responsables de Urbanismo de Barcelona celebraron varias reuniones con los gerentes de esa misma área de Sabadell, Lleida, Girona, Manresa y Terrassa hace medio año para cotejar el modelo de crecimiento y de construcción de vivienda. Y Barcelona resultó ser la única de las ciudades cuya normativa urbanística, el Plan General Metropolitano, imponía un módulo mínimo de superficie de las viviendas, a las que corresponde también una proporción de metros cudrados de zona verde y de equipamientos.
"El PGM es de 1976 y hay que pensar que fue una norma concebida en los primeros tiempos de los ayuntamientos democráticos, que recibían una herencia muy peculiar del urbanismo de Barcelona. Posiblemente por ello el PGM impuso entonces una serie de cautelas que ahora están desfasadas, como la proporción de las viviendas, ya que estaban pensadas para cuatro personas y actualmente la media se acerca a 2,5", apunta un alto cargo del Urbanismo municipal, firme defensor de la flexibilización del tipo de vivienda. De la misma forma que no se regula el módulo de las oficinas, el consistorio tampoco quiere que se impongan límites a las medidas de las viviendas mientras cumplan con el resto de los requisitos de habitabilidad.
Mil pisos en Vall d'Hebron
La modificación propuesta se refiere a varios conceptos y artículos del PGM, y se prevé que sea aprobada inicialmente por la comisión municipal de urbanismo en febrero. Después deberá hacer lo propio el plenario municipal y la aprobación definitiva dependerá de la Comisión de Urbanismo de la Generalitat.
En la práctica, los últimos planes especiales aprobados por el consistorio ya han hecho el cálculo de las viviendas que se podrán construir con la modificación que se impulsa. Entre éstos se encuentran, por ejemplo, el de Can Batlló -donde están previstas unas 500 viviendas nuevas en el antiguo suelo industrial-, Cercanías -unas 400-y la Sagrera. Otro caso es el del 22@, en el que el techo de edificabilidad residencial no está agotado, según el consistorio. En esta misma línea, el consistorio ha planificado la construcción de más de 1.000 viviendas en Vall d'Hebron, incluidas en la ejecución de plan director que será llevado a aprobación el próximo mes de febrero.
Pero si el capítulo de construcción nueva es considerado muy importante, el de rehabilitación todavía lo es más. En uno y otro caso los responsables de las licencias se han encontrado en repetidas ocasiones con que propuestas de rehabilitación hechas por promotores no se podían autorizar porque incumplían la normativa, en este caso ordenanzas municipales.
Estas normas impiden la partición de viviendas en otras más pequeñas, aunque en la práctica se realiza, sobre todo en grandes fincas del Eixample. Los cambios que ahora se han introducido -las modificaciones han sido aprobadas provisionalmente y están en exposición pública- permiten la rehabilitación, por ejemplo, de un piso de 240 metros para convertirlo en tres de 80.
El consistorio confía en que con esa variación sean más los promotores y propietarios que se animen a rehabilitar viejas fincas, lo que pondrá en el mercado más pisos. Eso sí, más pequeños.
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