La Encarnación
Soy una de las personas que recientemente viajó a Bruselas para quejarnos de la construcción de los tres aparcamientos rotatorios que pretenden realizar dentro del Casco Histórico de Sevilla y escribo esta carta para contestar las declaraciones que recientemente la Asociación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom) ha realizado con motivo de su próximo viaje a Bruselas.
Creo que tienen un concepto erróneo del significado de la palabra "revitalizar", porque para nosotros significaría hacer de la plaza un espacio de expansión al aire libre, donde las personas puedan ir a comprar al mercado en superficie, pero para usted revitalizar significa llenarlo todo de coches y como consecuencia los atascos y la contaminación, lo que quitaría todo el encanto de la zona. Lo que hay que hacer entender a los ciudadanos es que hay otras alternativas de revitalizar el espacio público además de a base de centros comerciales y de aparcamientos públicos.
Es verdad que los comerciantes de la plaza de abastos llevan más de 20 años esperando a que les construyan un mercado nuevo, pero lo que no es cierto es que llevan más de 20 años esperando a que se realice este proyecto, porque en un principio no se contempló la posibilidad de realizar un aparcamiento rotatorio, un mercado de abastos subterráneo y un centro comercial ocupando gran parte de la plaza. Los comerciantes deberían de tener más en cuenta a los vecinos de la zona porque son sus verdaderos clientes y de los que dependen básicamente sus ventas, ya que sólo abren en horario de mañana y la gente viene más de compras al centro por la tarde que es cuando suelen tener su tiempo libre.
Los empresarios de los comercios de la zona afirman también que el nivel de ventas navideñas ha sido bueno por la apertura de la calle Imagen; nos están dando la razón, ya que no necesitan de un aparcamiento subterráneo para que las ventas vayan bien.
Lo que nosotros pedimos es que las personas que se desplacen a esta zona lo hagan en transporte público y se olviden del coche. Todavía estamos a tiempo de evitar que la Encarnación se convierta en una calle Baños u otra calle San Pablo, como estos días de Navidad se ha podido ver que diariamente se atascaban por el acceso de los vehículos privados para estacionar en los aparcamientos públicos.