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El Eje del Bien nos hace daño

Ha sido tomarse el puente de Año Nuevo doña Condolencia Arroz (Condolezza Rice para los americanos) y empezar a desbarrar el inimitable Jorge Arbusto (George W. Bush, también para los americanos). En tan solo 48 horas ha reconocido: que no puede probar que Irak tenga la bomba atómica, que el hecho de que Corea del Norte la posea y tenga ahora la capacidad de fabricar una al bimestre, aunque no tenga alumbrado público para sus calles, se puede resolver "civilmente", con sanciones y diplomacia pero que, a pesar de lo que ya es una evidencia para el Mundo entero, Irak es una amenaza para los EEUU. Ha añadido que la guerra es evitable, sobre todo después de forzar que el mismo Secretario General de la ONU tuviera que pronunciarse en contra de la guerra; y a las pocas horas ha enviado 45.000 hombres más al Golfo Pérsico, debidamente arengados. Ha culminado diciendo que Sadam sabe lo que ha de hacer para evitar la guerra. ¡ Condolencia, no lo puedes dejar solo!

Claro que Sadam sabe lo que ha de hacer: entregarle la administración del petróleo a Bush y a su familia. A estas alturas todos ser viviente sabe que los Derechos Humanos son un pretexto para el tejano. ¿O es que los Derechos Humanos en Corea son un dechado de virtudes?

La diferencia entre Irak y Corea está en el subsuelo. Irak es la tapa de un gran barril de petróleo, mientras Corea la de una árida gravera. Lo sabe todo el mundo y, por supuesto, la dócil Europa, que empeñada en crecer y crecer parece haber olvidado para qué lo hace y lo que es más grave, para quién crece. Si no fuera así no consentiría que se esté realizando una inspección en el único país del Mundo embargado por primera vez por la Comunidad Internacional y a la vez una potencia, por su cuenta, esté haciendo una demostración de testosterona y preparando la guerra. Una guerra que ya ha costado todo un equipo económico en la Casa Blanca, entre otras cosas por presupuestarla en 200.000 millones de dólares. Una guerra que puede suponer el colofón de doce años de embargo, que entre otras lindezas supone no poder comprar medicina nuclear para los múltiples casos de cáncer que el uranio empobrecido de las bombas está provocando, no poder comprar incubadoras para los hospitales porque poseen un filtro de carbono que puede ser doble uso o, en su momento, no poder comprar inofensivos lápices porque ¡el grafito puede usarse para fabricar bombas!

Una guerra denominada por la Casa Blanca "guerra energética", encaminada a resolver el problema que se le plantea a EEUU que, a partir de 2010, deberá importar dos de cada tres barriles de petróleo de su consumo. Una guerra tan cercana para nosotros, que puede afectar a un inocente trabajador de azulejo de Castellón, por poner un caso, que puede perder su trabajo por el capricho americano. Así lo han afirmado con rotundidad tanto los empresarios azulejeros, como la propia Cámara de Comercio, que anuncian una reducción de plantillas a causa de los efectos de la guerra. Hay más casos de empresarios y de sectores productivos de la Comunidad que se puede ver afectados. He podido convivir, estudiar sus números y visitar con ellos Irak, comprobando que nuestra Comunidad es la más idónea para reponer y actualizar toda la industria de ese país, obsoleta ahora por el embargo.

Si Bush hace la guerra por los suyos y su economía, nosotros debemos rechazarla, además de porque es injusta, por la misma razón, por los nuestros y su economía. El Gobierno de España no puede representar el papel de acólito de Bush. Y el Consell de la Comunidad Valenciana debe escuchar a los empresarios más afectados y atender sus propuestas. Así se lo he manifestado al Honorable Conseller de Industria cuando le conté alguno de los viajes, no pagados por el erario público, de los que he formado parte y de los que algún desinformado dice que no han producido resultados. A cada cual lo suyo, el Conseller, al menos en ese momento, se mostró receptivo y partidario de escucharles.

Si el Eje del Mal ha sido determinado por quienes sin duda deben ser el Eje del Bien: EEUU y Gran Bretaña, de lo que no cabe ninguna duda es de que a nosotros, de seguir las cosas como van ,quien nos va a provocar el peor de los daños es el Eje del Bien. Por eso, desde la defensa de la Paz y el respeto a la soberanía de los estados, pero también desde la defensa de los intereses de nuestra economía, debemos evitarlo a toda costa e ilustrar al gobierno en que si alguna vez ha de usar del nacionalismo español no es entre españoles sino para ubicar a la patria, desde la dignidad nacional, en el lugar que le corresponde y no en el de coche escoba de la guerra. ¡Que la reflexión se imponga ante el Eje del Bien!

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Andrés Perelló es diputado PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas.

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