Rechazados todos los intentos de anular el juicio del 'caso Lyonnais'

El Tribunal Correccional de París rechazó ayer todos los intentos de que se anule el juicio por las "cuentas inexactas" del Crédit Lyonnais, con lo cual da comienzo efectivo la vista oral de una causa en la que se juzga a nueve personas, entre ellas el actual gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet. Un retraso de unos meses, tal vez de un año, habría convertido en imposible el intento de Trichet de llegar a la presidencia del Banco Central Europeo en el supuesto de que el juicio termine con su absolución.

Este último acudió ayer discretamente a la sala de audiencia y esquivó a los periodistas, consciente de que el fallo del tribunal puede ser decisivo en sus posibilidades para sustituir a Wim Duisenberg al frente del BCE. La fiscalía demandó inicialmente el archivo de las actuaciones en lo que se refiere a Trichet, que en 1992 era director general del Tesoro. Sin embargo, el juez instructor insistió en incluirle entre los procesados.

El desastre del Crédit Lyonnais ha costado cerca de 15.000 millones de euros a las finanzas públicas. Pero lo que se juzga ahora son las responsabilidades de los administradores del banco, cuando estaba en manos públicas, y de los altos cargos estatales de los que dependía la entidad, cuando su consejo de administración dio por cierto un déficit de 1.848 millones de francos (281,7 millones de euros) en 1992, cifra por las que se les acusa de "presentación de cuentas inexactas", que pretendían ocultar una situación mucho más grave.

Un nuevo fiscal, Yves Bot, se ha hecho cargo de la acusación en el juicio iniciado en París. En la vista, el representante del ministerio público defendió la necesidad de aceptar una prueba pericial que él mismo ha introducido en el sumario, a última hora, y que ha dado origen a las peticiones de anulación planteadas por algunos de los abogados, que alegan falta de tiempo para estudiarla y dudas sobre la legalidad de una actuación sumarial que no figura entre las practicadas por el juez instructor. El fiscal no dejó entrever ayer cuál será su postura a la hora de pedir penas. El desarrollo del juicio ha sido programado para que se prolongue seis semanas.