El Madrid ya amenaza al líder
El equipo de Del Bosque despacha al Valencia (4-1) y se sitúa a tres puntos del líder -La Real, con bajas, pincha ante el Málaga (2-2) - El Barça respira frente al Recre con un gran Iniesta y fallando un puñado de ocasiones (3-0) - El Atlético, con nueva alineación, cae en Vila-real (4-3)
Un enorme Zidane puso al Madrid a sólo una victoria de echar el lazo a la Real Sociedad, el líder, que aún resiste en cabeza con tres puntos de diferencia sobre el astral equipo madridista. Aparcada la Liga de Campeones, el Madrid había prometido ocuparse con esmero de las tareas domésticas y en una semana ha recortado cinco puntos. Con más trabas que frente al Sevilla, ante el Valencia exhibió un inmenso caudal de recursos (4-1). El equipo de Benítez opuso toda la resistencia que pudo, pero tras igualar Ayala el primer gol de Ronaldo en el Bernabéu desde su debú en octubre, la expulsión de Aimar disparó al Madrid. Zidane, que ya había despertado a Ronaldo en el 1-0 con un soberbio pase, tomó el mando, anotó el 2-1 y cerró el festín con una jugada antológica, para regalar en vídeo a cualquiera en estas fechas. En un campo encharcado y pantanoso, el francés recibió de espuela, hizo un par de bicicletas y puso en la bota de Portillo un regalo magnífico. De esta forma bajó el Madrid el telón a una semana que le ha lanzado en la Liga como un cohete.
En parte, por el pinchazo de la Real en Anoeta. Descuartizado por las bajas de Xabi Alonso, De Pedro y Kovacevic, el equipo de Denoueix se atascó ante el Málaga, un hueso con aire europeo al que pocos prestan atención pese a su excelente curso. Siempre por debajo de su rival, la Real dio la impresión de que tiene lo justo para jugarse el trono en un maratón como la Liga.
Muy lejos de la Real, el Barcelona y el Atlético, tan erráticos ellos, tuvieron caminos opuestos. Los azulgrana se tomaron un valium a costa del débil Recreativo, aunque los chicos de Van Gaal dieron trabajo a los estadísticos de la Liga. Deberían rastrear si algún equipo de cualquier categoría y procedencia alguna vez ha sido capaz de fallar tantos goles en un mismo partido. Cegado, patoso y regateado por la suerte, la mejor noticia propagada ayer por el Barça, al margen de tres puntos tan necesarios para la entidad, fue la explosión de Iniesta, un chiquillo con aire angelical que destila fútbol del bueno por los cuatro costados.
Lo del Atlético también merece la lupa de los matemáticos. Cada alineación de Luis Aragonés es un algoritmo. Sabio y experto, resulta que el técnico madrileño no da con la diana y los rojiblancos tienen una empanada considerable. En Vila-real, Luis envidó con Santi y García-Calvo como centrales y repescó al dúo Albertini-Emerson para la sala de máquinas. Pero el Atlético se gripó de nuevo.
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