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Obligada cura de adelgazamiento

Petroleras, eléctricas, banca y constructoras, vendieron compañías e inmuebles en 2002 acuciadas por la deuda y la crisis

Los grandes grupos empresariales españoles vendieron activos en 2002 por un importe superior a los 18.000 millones de euros. Las repercusiones de las crisis de Latinoamerica y del sector de telecomunicaciones y la desaceleración de la economía en general han llevado a las mayores empresas a purgar en 2002 sus excesos y errores estratégicos de ejercicios precedentes. Pese al mal momento de los mercados, acuciadas por sus elevados endeudamientos y por las bajas cotizaciones de sus acciones en las bolsas, han vendido empresas, inmuebles y solares, en algunos casos con significativas minusvalías, y han recortado las inversiones previstas en sus planes estratégicos.

Repsol redujo en el año casi el 50% de su deuda, Endesa vendió activos por 2.744 millones de euros e Iberdrola por 1.237 millones de euros
Los grandes grupos empresariales españoles han vendido activos en 2002 por un importe superior a los 18.000 millones de euros

La petrolera Repsol-YPF y las mayores eléctricas españolas, acuciadas por su endeudamiento y por las sucesivas rebajas en sus calificaciones crediticas por las agencias internacionales, se emplearon a fondo en el último año para soltar lastre y hacer caja vendiendo todo tipo de activos, desde empresas a inmuebles. Golpeadas por Latinoamérica, por la desaceleración económica general y también, en muchos casos, por una equivocada estrategia de diversificación en la que empeñaron cuantiosos recursos en ejercicios anteriores, han tenido que hacer de tripas corazón y aplicarse una cura de adelgazamiento reduciendo las inversiones previstas, y enajenando, pese al mal momento del mercado, empresas y actividades.

Repsol-YPF, cuyo consejo de administración fue cuestionado en los primeros meses del año en la junta general de accionistas, ha sido una de las más diligentes en corregir el rumbo. A la fuerza ahorcan. Y así, entre enero y septiembre de 2002, últimas cifras disponibles, materializó desinversiones por importe de 2.750 millones de euros, y redujo su deuda neta en 7.816 millones, un 47%, al pasar de 16.555 millones a principios de año, a 8.739 millones a 30 de septiembre. Invirtió además 1.853 millones de euros en el periodo, un 41,9% menos que en los nueve primeros meses de 2001.

El grueso de las desinversiones citadas corresponde a la venta del 23% de Gas Natural (2.008 millones de euros), a la colocación del 65% de Enagas (221 millones), a la reducción de su participación en la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) del 61,46% al 31,79% y a la venta del 13,25% de Gas Natural México a Iberdrola.

Hasta la sede principal

Endesa, la mayor eléctrica española, ha puesto el cartel de venta hasta en el edificio de su futura sede principal. Y eso que en los últimos doce meses, según su consejero delegado, Rafael Miranda, sus desinversiones en activos no estratégicos ascienden a más de 3.400 millones. La nueva estrategia en ésta y en las demás eléctricas, con lo que está cayendo en Argentina y en las nuevas tecnologías, responde al coloquial: "¡zapatero, a tus zapatos!". Aunque no es fácil deshacer en estos momentos alguna inversión, como la realizada en la operadora de telecomunicación Auna, donde controla el 29%.

Sus desinversiones entre enero y septiembre de 2002, 2.744 millones de euros, corresponden fundamentalmente a la venta de los activos eléctricos de Viesgo a la italiana Enel (1.700 millones de euros), a la venta de su red de alta tensión a REE (920 millones, con una plusvalía bruta de 400), y a las de Interagua (27,7 millones) y Arch Coal (13,2 millones). En diciembre adjudicó también 12 inmubles del grupo a la inmobiliaria Vallehermoso por 385 millones, puso en marcha un nuevo proceso de enajenación de inmuebles y ha anunciado que pretende vender parte de su filial Endesa Cogeneración y Renovables por la que espera obtener unos 250 millones.

Todas estas operaciones, con las que pretende cumplir su nuevo objetivo de acumular desinversiones de entre 6.000 y 7.000 millones en el periodo 2002-2006, y el anuncio de un recorte del 25% en las también previstas inversiones, no acaban de tranquilizar a los mercados. Su deuda, 23.862 millones a 30 de septiembre, y la delicada situación de Enersis, su filial chilena, que es cabecera de un grupo de compañías latinoamericanas, para la que anuncia una ampliación de capital de 1.600 millones de euros y ventas de activos por otros 1.000 millones, obligan a los gestores de Endesa a salir con frecuencia al paso de rumores indeseados en los mercados.

Iberdrola, que se ha mostrado en 2002 como uno de los grupos más activos tanto en inversiones (que crecieron más del 80% en los nueve primeros meses) como en desinversiones, contabilizó en el ejercicio enajenaciones por valor de 1.237 millones, y generó otros 425 millones por optimización de recursos financieros. La venta de su red de alta tensión (806 millones, de los que 300 son plusvalías), de participaciones gasísticas en Brasil y Colombia (156 millones), de inmuebles (126 millones) y de negocios de agua (95 millones), constituyen el grueso de las desinversiones. Aunque ha vendido también activos no energéticos (35 millones) y residencias de la tercera edad (425 millones).

Ventas que no han sido suficientes para compensar las nuevas inversiones y que han llevado a Iberdrola a incrementar su deuda financiera hasta 11.552 millones a 30 de septiembre, frente a los 11.357 millones que registraba en la misma fecha de 2001.

Unión Fenosa (UF), como el resto de las eléctricas, ha optado por reducir inversiones, desinvertir en negocios no esenciales y buscar socios para compartir el esfuerzo en algunos que sí lo son como el gas o los proyectos energéticos en México. En las últimas semanas ha vendido el 50% de su filial gasística a la italiana Eni, por 440 millones de euros, y su red nacional de alta tensión a REE por 395 millones. En noviembre vendió la comercializadora británica de gas y electricidad Cambirdge a Scottish and Southern Energy por 6 millones de euros y unos meses antes cedió a REE su participación en la boliviana Transportadora de Electricidad por 62,1 millones. En total, en 2002, ha desinvertido más de 900 millones de euros (cien menos que el importe de las inversiones realizadas). UF va a seguir vendiendo activos para reducir su endeudamiento, que se ha disparado en los últimos años y ronda los 8.000 millones. El objetivo de esta eléctrica es reducir en 2.600 millones su deuda entre 2002 y 2007.

Motivos regulatorios

Por motivos diferentes, regulatorios y de reordenación de negocios, Gas Natural (GN) también ha protagonizado en 2002 importantes desinversiones. La obligada apertura del capital de su filial Enagas a nuevos inversores (la OPV le ha deparado plusvalías netas de 267 millones) y la venta del 13,25% de Gas Natural México a Iberdrola por 11 millones de euros, han sido sus principales desinversiones, aunque ha enajenado también junto a Endesa Generación solares en Barcelona por 11,6 millones. La deuda de GN, que se ha incrementado en los últimos meses, ascendía a 1.743 millones de euros a 30 de septiembre.

Aguas de Barcelona, por su parte, vendió en 2002 su participación del 24,6% en Adeslas al grupo francés Médéric con una plusvalía de 162,28 millones de euros.

Ladrillos y camas cambian de manos

La fiebre vendedora no ha afectado sólo en 2002 a sectores golpeados por la crisis como el energético, las telecomunicaciones o la banca. Constructoras e inmobiliarias, pese al buen momento que vive su actividad, y hostelería, también han registrado desinversiones importantes.

El caso más notorio es el de Dragados que, tras la asunción de su control por ACS, ha cerrado la venta de la holandesa HBG, cuatro meses después de su adquisición, por 715 millones de euros (41 millones menos de los que pagó en su día). También se ha deshecho de participaciones en la operadora de telecomunicaciones Jazztel, en la que había adquirido un 2,9% de su capital a finales de 2000 por 30,6 millones para convertirse en socio estratégico de la misma. A mediados de año vendió un 2,66% de esta participación con un impacto negativo para las cuentas de la constructora de 5,8 millones de euros.

La estrategia impuesta por los nuevos dueños de Dragados propició también en 2002 la integración de su filial de autopistas, Aurea, en la concesionaria catalana Acesa, mediante una operación de fusión por absorción.

Ferrovial, por razones muy diferentes, también ha protagonizado una de las mayores operaciones de desinversión. Vendió el 40% de su filial de concesiones de infraestructuras, Cintra, al grupo australiano Macquarie Infraestructure Group por 816 millones de euros. Una operación que ha disparado los resultados de la constructora y que se enmarca, según Ferrovial, en su estrategia de reforzar su alianza con su socio australiano, que es el tercer grupo mundial en el negocio de concesiones de autopistas.

Las grandes cadenas de hoteles también han llevado a cabo importantes operaciones de inversión y desinversión en 2002. NH Hoteles, por ejemplo, ha dado entrada a Caja Madrid en el complejo inmobiliario Sotogrande y acaba de vender dos hoteles en Madrid. El objetivo es reducir su deuda financiera neta, 663 millones a finales de junio,y obtener fondos para financiar la política de crecimiento del grupo. En febrero vendió otros cuatro hoteles, por 91,4 millones de euros, a la sociedad Pontegadea Inmobiliaria, propiedad del empresario Amancio Ortega.

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