Un pueblo toledano clama contra el río contaminado que le llega de Madrid

El alcalde de Carranque, un pueblo de la provincia de Toledo, ha denunciado al presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que el río Guadarrama llega al pueblo desde Madrid con altos índices de agentes contaminantes. Esta situación afecta al importante parque arqueológico del municipio que se extiende por las orillas del río. El Gobierno regional considera que el cauce mejora cada año debido al plan de depuración puesto en marcha en la cuenca del Guadarrama, en el que se han invertido 54 millones de euros desde 1998.

La contaminación que arrastra el río Guadarrama desde Madrid llega hasta Castilla-La Mancha. El alcalde de Carranque, primer pueblo con el que se topa el río tras abandonar la región madrileña, ha enviado a Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad, los resultados de varios análisis realizados en el cauce en agosto donde se aprecian altas concentraciones de bacterias y de materias contaminantes.

La Comunidad de Madrid, por su parte, considera que el estado del Guadarrama mejora cada año debido a las importantes actuaciones de depuración que se están llevando a cabo. La Consejería de Medio Ambiente señala que ha invertido 54 millones de euros en la cuenca del Guadarrama desde el año 1998.

"Es una cloaca, no un río"

"Recibimos una cloaca, no un río", se lamenta el socialista Alejandro Pompa, alcalde de Carranque y presidente de la Mancomunidad de la Baja Sagra. La contaminación daña al pueblo ambientalmente, además de afectar a los valiosos restos arqueológicos que jalonan las riberas del Guadarrama a su paso por el municipio. "Queremos incorporar el río al parque arqueológico, porque en estas condiciones para lo único que sirve es para desmotivar a los visitantes", explica el primer edil. El pueblo cuenta con varias joyas arqueológicas como una villa romana que data de finales del siglo IV, de la época del emperador Teodosio, y una basílica paleocristiana.

Al regidor también le preocupa el riesgo que la contaminación de las aguas implica para la salud. "Lo que me decidió a realizar finalmente los análisis fue observar a varias personas bañándose este verano en semejante agua", subraya.

Se recogieron muestras en tres puntos diferentes del cauce. "A su entrada en el municipio, en la mitad y cuando sale de aquí", confirma Pompa. Los resultados demostraron que los máximos niveles de contaminación se apreciaban en las primeras tomas, cuando el río sale de la Comunidad madrileña y llega a Carranque, aunque después iban mejorando.

Dentro del apartado de componentes no deseables aparecen nitratos, nitritos, amoníaco y materia orgánica. Las concentraciones de gérmenes aeróbicos alcanzaban cuotas muy altas y el cauce presentaba una alta turbidez.

Las conclusiones del estudio llevaron al acalde a enviar una carta a Ruiz-Gallardón donde le sugería que, antes de hablar sobre la creación del parque nacional del Guadarrama, es imprescindible controlar los vertidos urbanos y los industriales como los procedentes de las explotaciones de áridos que ensucian las aguas del río. En la misiva, solicitaba a la Comunidad el impulso de medidas eficaces para poner freno a esta situación. Como prueba del estado del río adjuntó los resultados de la analítica.

La Comunidad de Madrid discrepa de esta interpretación. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente recuerdan que desde 1998 se han desembolsado 54 millones de euros para construir grandes estaciones depuradores y saneamientos en la cuenca del Guadarrama.

En cuanto a los vertidos ilegales, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José Antonio Llanos, señala que éstos no se producen de una forma continuada. "Hay alguno puntual y, en ese caso, abrimos el correspondiente expediente, que sigue su curso y, si se demuestra el delito, se sanciona".

Según los parámetros utilizados por la confederación para medir el índice de calidad de los ríos, las aguas del Guadarrama tienen como media una calidad de 50 sobre 100 puntos (que sería la calificación más alta).

Ecologistas en Acción y el Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona (Grefa) advierten de que la calidad de las aguas del Guadarrama se deteriora a partir de la depuradora de El Chaparral, y empeora tras recibir los vertidos incontrolados de localidades como Galapagar, Torrelodones, Las Rozas y Villafranca del Castillo, entre otros pueblos. "Esta situación", continúan los ecologistas, "favorece la aparición de brotes y enfermedades en la fauna del río, lo que imposibilita cualquier uso del agua a las persona y produce fuertes olores".