El grupo turco Harem fusiona la tradición con los medios electrónicos
Los percusionistas de Estambul ofrecen hoy un concierto en el festival Actual de Logroño
Viven a caballo entre dos continentes. Su música también es un debate vivo entre varias culturas y distintas épocas. Harem es un grupo de cuatro percusionistas turcos, radicados en Estambul, procedentes de etnia gitana que, tras un primer disco exitoso, se lanzaron a la aventura de la mezcla vocal y electrónica. Ahora, con su tercer álbum en el mercado, llegan a España por segunda vez. Anoche actuaron en la sala Suristán de Madrid. Hoy lo hacen en Logroño.
Los promotores de Harem confiesan que ese nombre obedece más a un proyecto a largo plazo que a un grupo específico de instrumentistas. De hecho, estos virtuosos percusionistas, procedentes de la etnia gitana turca, radicada en un populoso barrio de Estambul, han cambiado de nombre entre disco y disco.
Ya Harem va por el tercero de sus cedés. Todos han sido superventas dentro y fuera de Turquía. De las 100.000 copias del primero pasaron a las 350.000 del segundo. El tercero va por el mismo camino, con algunos cambios estéticos notables hasta en el diseño de la caja. Últimamente han anunciado su colaboración con el músico norteamericano Innis.
El primero de estos discos era menos ambicioso y convencional, una recopilación de sus primeros hallazgos con instrumentos tradicionales como el darbuka (una especie de tambor de origen egipcio), el djembé o el béndir; en el segundo, entraba con fuerza la electrónica (con acentos trance y house, y hasta hip) y en el tercero, además, con voces invitadas, como la exitosa cantante griega Despina Vandi.
Esta subdivisión estilística llamada etnodance provocó un fenómeno de moda desconocido para las listas de ventas turcas: no se oía otra cosa, no se bailaba otra cosa. Los chicos de Harem, autodidactas, con una edad promedio de 26 años, estaban conociendo de golpe un éxito internacional sin precedentes, con giras a Alemania (donde hay una importante colonia turca), Suiza y otros países europeos. Estuvieron por primera vez en España en 2001 para actuar en Málaga dentro de Etnimálaga.
Hoy, en el Actual de Logroño estarán acompañados de Kaan Gökman, un dj de Estambul que lidera allí una radio vanguardista: Power FM y que en el último disco juega un papel protagonista. Harem está compuesto por Eser Aygün, Cam Akin, Bülent Aydogduoglu y Suat Berkay. Todos viven en Estambul, pero dos en la parte asiática y dos en la europea. Eser Aygün afirma: "Turquía tiene valores y características cosmopolitas que nunca podrán cambiar los vaivenes políticos. Somos absolutamente libres de expresarnos musicalmente, y desde allí vemos cada vez más cerca la integración europea".
"El punto de partida de nuestra música son los ritmos de Anatolia; usamos diferentes frecuencias que los europeos no están acostumbrabos a escuchar, y eso es parte de lo que la hace tan interesante", dice Berkay.
"Nuestras influencias son variadas, hemos aprendido de buenos percusionistas de la India, de Egipto y de Medio Oriente. Turquía es un buen punto para la fusión de Oriente y de Occidente", apunta Akin, que continúa: "Hicimos nuestro primer álbum para mostrar las posibilidades de unos instrumentos que siempre habían acompañado a otros. Para los gitanos turcos tocar el darbuka es como para los españoles la guitarra, donde hay siempre algo de sagrado".
Ahora Harem quiere ponerse a experimentar con el cajón de los flamencos: "Se trata de buscar sonoridades nuevas, de contraponer lo que emiten unos y otros instrumentos". En los conciertos de Harem el público siempre acaba bailando: "Eso es lo que más nos interesa, transmitir un ambiente dinámico, embrujar al público".
Harem, que anoche actuó en la sala Suristán de Madrid, actúa hoy en el festival Actual de Logroño.
Babelia
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