Octanos contra la historia
1.500 vecinos piden el traslado de una gasolinera que tapa el templo monumental de San Marcos
"Iglesia de San Marcos. Monumento nacional. Prohibido fijar carteles". La prohibición no ha servido de nada. La fachada de este templo, joya de la arquitectura neoclásica madrileña edificado tras la plaza de España, apenas se ve. El gran cartelón de una estación de gasolina de 95 octanos lo impide. Además, "es un peligro". Así lo rubrican hasta 1.500 vecinos de las calles del Maestro Guerrero, San Leonardo y otras aledañas, que piden al Ayuntamiento el traslado de la gasolinera a otro lugar para procurar al barrio "tranquilidad" y al público la contemplación plena del edificio, de planta pentaelipsoidal, ideado por el arquitecto Ventura Rodríguez, nacido en Ciempozuelos en 1717.
San Marcos fue erigida en 1753 en conmemoración del santo evangelista en cuya onomástica, 25 de abril, Felipe V, el primer rey en España de la dinastía Borbón, venció en la batalla de Almansa a las tropas de Carlos, archiduque de Austria, en 1707. La iglesia alberga espléndidas esculturas de Juan Pascual de Mena y Roberto Michel, lienzos de Luis González Velázquez y otros tesoros. La Asociación de Vecinos de Universidad, presidida por José Gabriel, que dirige la recogida de firmas, lleva un lustro litigando para trasladar la gasolinera, construida en 1984, según dice un empleado.
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