La Junta atribuye la ruptura con el Gobierno a que pese a admitir la deuda no ofertó "nada"

"El Gobierno ha reconocido por escrito que debe a Andalucía 720 millones, y vamos a seguir trabajando para que pague, por las buenas o por las malas, con diálogo o por mandato de los tribunales". La consejera de Economía, Magdalena Álvarez, se mostró ayer así de contundente tras la abrupta ruptura de las negociaciones con el Ejecutivo de José María Aznar sobre la liquidación presupuestaria y el traspaso de las políticas de empleo, que atribuyó sencillamente a la voluntad del Gobierno de "quedarse con nuestro dinero". Álvarez detalló el proceso de las conversaciones para concluir que el Ministerio de Administraciones Públicas, que dirige Javier Arenas, ha ido "reculando" en su propuesta inicial hasta no ofertar "nada"

La consejera no ha dejado pasar ni un día hábil desde la inesperada quiebra de las negociaciones entre la Junta y el Gobierno, el pasado día 30, para dar cuenta de los pormenores de las conversaciones. Según explicó Magdalena Álvarez en una conferencia de prensa, celebrada en el mismo Palacio de San Telmo (sede de la presidencia), los hechos se pueden resumir de esta forma: el Gobierno, pese a reconocer por escrito que adeuda a Andalucía 720 millones de euros por la liquidación del 2% de los fondos presupuestados en el quinquenio 1997-2001, ha tomado la decisión "errónea de quedarse con el dinero" de la comunidad. En consecuencia, Andalucía es la única autonomía española que no ha cobrado aún la liquidación del citado quinquenio, y eso que es también la única que ha ganado un recurso al Gobierno en la Audiencia Nacional por este motivo.

Para llegar a este punto, dijo la consejera de Economía, el Ejecutivo de José María Aznar ha ido retrocediendo paulatinamente respecto a su posición de salida, de manera que después de meses de ofertas y contraofertas, el saldo es "nada". El referente del relato cronológico de Álvarez es la carta del titular de Administraciones Públicas, Javier Arenas, al presidente de la Junta, Manuel Chaves, de 29 de noviembre, en la que propone la igualdad de trato de Andalucía con Castilla-La Mancha y Extremadura, lo que, según estimaciones de la consejería, supondría el pago de 2.400 millones de euros como liquidación global del sistema de financiación anterior, incluido el censo de población. "Aceptamos y luego nos dijeron que era mucho dinero y se echaron para atrás", aseguró la consejera andaluza.

Tras varias reuniones técnicas, el 18 de diciembre Junta y Gobierno celebran una fructífera entrevista con el acuerdo de que la Administración central abonará las cantidades adeudadas por la liquidación del quinquenio, siempre que se saque de las conversaciones las cuantías correspondientes al censo de población. La cifra se valora de manera global en unos 720 millones euros. El único fleco pendiente es el plazo de los pagos: la Junta propone en un primer momento que se pague de una sola vez, el Gobierno, en cinco años; la Junta dice después que en tres años, el Gobierno, que en cuatro. La incógnita que queda para posteriores reuniones se centra en el último cruce.

En una carta fechada dos días después enviada al consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Javier Elorriaga, como remitente, éste sugiere otra vez que las liquidaciones de los ejercicios de 1998 a 2001 se paguen año a año. Zarrías responde con la propuesta de fijar un calendario de los abonos en la comisión mixta de transferencias prevista para el día 30. En la siguiente carta de Elorriaga, del día 27, el secretario de Estado ya no habla de si el Gobierno cumplimentará la deuda año a año, en tres o de una vez. Muy al contrario, señala que se irán pagando los ejercicios por mandato judicial conforme el Tribunal Superior de Justicia (que lo ha de elevar a la Audiencia Nacional) vaya emitiendo los fallos. El compromiso de contrapartida se reduce a hacer efectivo lo que ya ha indicado la Audiencia (90,25 millones de 1997) y a no presentar recurso de casación a las sentencias, que, por lo que se deduce, Elorriaga presume favorables a la Junta.

"No son serios"

Magdalena Álvarez enfatizó ayer que de la oferta inicial de Arenas a lo que finalmente se trasladó en la reunión del día 30 a un documento -"lleno de trampas"- media un abismo. Aunque no quiso opinar si entre Arenas y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puede haberse producido alguna fricción que ha llevado al Gobierno a recular, la consejera fue tajante: "No son serios, no valoran su propia responsabilidad. Arenas tiene que tener palabra, tiene que darse cuenta de que es un ministro y que lo que propone por escrito es a sangre y fuego".

Y agrego: "¿Como puede decir Montoro que sabe que tiene una deuda con Andalucía y que no se lo tiene que indicar ningún tribunal y no pagar? ¿Cómo, después de alegar que no hace falta que le digan los tribunales lo que debe a Andalucía, plantea entonces pagar lo que debe según vayan dictaminando los tribunales?". Alvarez advirtió: "Vamos a seguir trabajando para que pague, por las buenas o por las malas".