Los operadores europeos quieren que la banda ancha llegue a través del teléfono
El objetivo de las telefónicas es que el 20% de las líneas sean DSL en 2005. Esta tecnología permite enviar vídeos en tiempo real a través de la red de cobre convencional sin apenas inversiones económicas
Los operadores de telecomunicaciones europeos están entusiasmados con la tecnología DSL porque les permite ofrecer una gama completa de servicios de banda ancha a sus clientes sin apenas inversión adicional, puesto que se aprovecha la red telefónica de cobre actual.
La tecnología DSL es conocida desde hace varios años. Hasta principios de 2002 se ha instalado a un ritmo muy lento en toda Europa, debido a que los operadores dudaban de su rentabilidad. Lo que ha causado el cambio de percepción es que a lo largo de 2002 la tecnología se ha vuelto madura, fiable y económica: permite alcanzar los dos megabits por segundo y transmitir sin problemas vídeo en tiempo real a través de los hilos telefónicos de cobre instalados hace más de 30 años.
Para que una línea de teléfono tenga capacidad de transmisión de datos a alta velocidad basta con poner en el extremo del cliente un módem específico y añadir una tarjeta en la salida de la central del operador. Incluso se puede hablar por teléfono y transmitir datos a alta velocidad por el mismo hilo de cobre, porque trabajan las señales a frecuencias distintas y se utiliza toda la sección de cobre.
Esta optimización de la línea instalada sin apenas inversión adicional es lo que justifica el entusiasmo de los principales operadores europeos, que ahora se deben limitar a promover aplicaciones para generar más tráfico.
Más servicios
El uso predominante de la tecnología ADSL, que es la variante más conocida de toda la familia DSL, continuará siendo el acceso a Internet a velocidades garantizadas de 256 y 512 kilobits por segundo.
En pocos meses, sin embargo, los operadores de telecomunicaciones ofrecerán también multitud de servicios de banda ancha de dos megabits por segundo, aprovechando el despliegue de productos basados en ADSL+, ADSL2, ADSL2+ y VDSL, que permiten alcanzar hasta 20 megabits por segundo a 1,5 kilómetros de la central telefónica.
Para servicios a las empresas, se piensa en tecnologías DSL simétricas, con la misma velocidad de salida que de entrada de los datos, mientras que para los consumidores se favorece la ADSL o asimétrica, con mayor velocidad de datos de llegada que de salida.
Actualmente se están instalando en todo el mundo alrededor de 1 millón de líneas ADSL cada mes, calcula William Doley, de la asociación DSL Forum. A finales de este año habrán unos 30 millones de líneas en servicio, con una penetración de alrededor del 3% de las líneas telefónicas totales, según Michel Rahier, responsable de la división de banda ancha de Alcatel.
El objetivo, según manifestaron varios ponentes en el DSL World Forum, un encuentro celebrado en la ciudad de Berlín (Alemania) hace un par de meses, es que el 20% de las líneas telefónicas sean DSL en 2005. Esto significaría alrededor de unos 200 millones de líneas DSL, sobre el total aproximado de 1.000 millones de líneas telefónicas instaladas en todo el mundo.
En España había 900.000 líneas ADSL a primeros del mes de diciembre de 2002 y la operadora dominante, Telefónica, calcula que se instalarán dos millones más en los próximos dos años, lo que daría una penetración de alrededor el 15% porque hay unos 20 millones de líneas de teléfono convencionales en nuestro país.
Rápida amortización
El objetivo global del 20% es realista, se argumenta, porque la inversión que tienen que hacer los operadores es de 100 a 150 euros por línea telefónica, con tendencia a la baja.
Una cantidad que se amortiza en poco más de un año cuando se instala en las empresas gracias a la facturación añadida al servicio telefónico convencional. En los hogares, la amortización cuesta un poco más de tiempo, reconoce Michel Rahier, debido a las promociones de módems gratuitos y regalos adicionales que se ofrecen a los usuarios que contratan el servicio.
Los operadores dudan que haya una única aplicación que arrastre a las empresas y particulares a contratar una línea DSL. Piensan, sobre todo, en que sea el desarrollo de multitud de aplicaciones y servicios ofrecidos por terceros lo que promueva la instalación y el tráfico. El modelo que se busca es que una parte de la facturación se la quede quien genere el servicio de banda ancha y la otra el operador de telecomunicaciones.
Los operadores de telecomunicaciones están convencidos de que la banda ancha dinamizará el sector de servicios de telecomunicaciones y a los creadores de contenidos.
Los fabricantes de equipos de telecomunicaciones, que ahora están atravesando una situación crítica con la caída de pedidos y el desplome bursátil, se beneficiarán escasamente del desarrollo de la banda ancha, debido a que se aprovecha gran parte de la infraestructura existente.
Uno de los pocos fabricantes que saca partido es Alcatel, porque tiene instaladas cerca de 20 millones de líneas DSL en todo el mundo y todos los demás fabricantes se reparten los 10 millones restantes. No es extraño, de este modo, que Michel Rahier, responsable del negocio DSL en Alcatel, afirme que "la tecnología de banda ancha es un potente motor para el crecimiento futuro de la economía mundial".
España, en una posición intermedia en DSL
Corea del Sur es el país que más ha apostado por la tecnología DSL, con más de un 25% de penetración, seguido de Taiwan (11%) y Hong Kong (10%). España, en una posición intermedia, tenía el 3,86% en junio, según Point Topic. El promedio mundial es del 2,81%.Asia concentra 11,8 millones de líneas DSL, frente a 6,6 millones de Norteamérica y 6,4 millones de Europa. En el resto del mundo había sólo 0,8 millones de líneas. Europa, y especialmente España, Alemania, Italia y Francia, tendrá un fuerte crecimiento: hay poco cable instalado de la tecnología que rivaliza con DSL, la mayoría de líneas telefónicas están cercanas a una central de conmutación y las operadoras impulsan su instalación. En Estados Unidos no se espera un gran desarrollo: las ciudades son difusas y hay mucho cable. Matthew Flanagan, presidente de la Asociación de Industrias de Telecomunicaciones, se lamenta de que EE UU carezca de una estrategia de banda ancha y asegura que "deberían prevalecer las fuerzas del mercado y no las regulatorias" para fomentar su desarrollo.
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