Ansuátegui admite que es imposible imponer la 'ley antibotellón' en Nochevieja

La Puerta del Sol se convertirá hoy en un lugar de excepción para la ley antibotellón. El delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, anunció ayer que la policía efectuará "exhaustivos" controles de alcoholemia, pero reconoció que será difícil evitar que la gente consuma bebidas alcohólicas. Un dispositivo policial formado por 400 agentes controlará que las 5.000 personas que contemplen en el kilómetro cero la entrada de 2003 no entren a Sol con envases de cristal que puedan arrojar al aire y herir a otros viandantes, como ocurrió el año pasado.

El artículo 30 de la ley antibotellón prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública, salvo las excepciones recogidas en las ordenanzas municipales o durante los festejos patronales. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, no ha dictado ningún decreto para permitir el consumo de alcohol en la calle, como medida excepcional por la fecha que se celebra hoy, por lo que sigue vigente la normativa regional que entró en vigor el pasado 29 de julio.

El delegado del Gobierno, que ayer se reunió con los mandos policiales para coordinar el dispositivo de vigilancia y seguridad, pidió la colaboración ciudadana para que Nochevieja transcurra con tranquilidad. "El consumo de alcohol es algo que no se va a poder controlar en una noche como la de mañana [hoy]", señaló Ansuátegui. Aunque el consumo de alcohol en la vía pública está prohibido en la región por la ley antibotellón, Ansuátegui considera "inevitable" que "la gente tome alguna copa para estar contenta y alegre" en una noche como la de hoy.

La policía centrará sus esfuerzos en la seguridad y en evitar agresiones y altercados -mediante la aplicación de la denominada ley Corcue-ra-, y en menor media en el consumo de alcohol. Por eso, colocará controles de acceso en todas las calles aledañas a Sol desde las 21.30. "El gentío suele llegar a partir de las once de la noche, pero ya antes empezará el control para evitar sorpresas desagradables", señalan mandos policiales.

Cuatro de la tarde

Unos cuarenta agentes de la Policía Municipal estarán apostados desde las cuatro de la tarde en Sol para evitar que entre gente con botellas de vidrio. Otros 240 se unirán al dispositivo de tarde. El Cuerpo Nacional de Policía movilizará a unos cien agentes antidisturbios que se repartirán por la plaza.

Una novedad de este año es que desde las nueve de la noche y hasta la una de la madrugada quedarán cerrados los accesos de metro de la estación de Sol. Por eso, los usuarios deberán apearse en las estaciones de Ópera, Sevilla, La Latina, Tirso de Molina y Callao, y caminar hasta Sol.

Los agentes tienen la misión de evitar que se repita lo ocurrido el año pasado con unos cincuenta vendedores que, equipados con carritos de compra de grandes almacenes, vendían botellas de sidra a tres euros. Se trata, según un mando policial, de una práctica ilegal que supone, además, un riesgo para el resto de los concentrados para oír las 12 campanadas de Año Nuevo. "A algunos indeseables les ha dado por arrojar las botellas al aire. El año pasado acabamos con varias decenas de heridos", concluyó este mando.

El Samur-Protección Civil desplazará al lugar a 40 médicos y voluntarios, que contarán con cuatro ambulancias (dos UVI móviles y dos destinadas a transporte convencional). Los servicios de emergencia contarán con dos ejes de evacuación (calle Mayor-carrera de San Jerónimo y calle de Montera-Carretas) para desplazar a los posibles heridos o facilitar la intervención de los bomberos. "Antes era imposible entrar a la plaza si ocurría algún percance, por lo que se trata de una medida de seguridad para los miles de personas que allí se juntan", señaló un mando policial.

Uno de los secretos mejor guardados es la ubicación de los controles de alcoholemia, tanto dentro como fuera de la capital. El delegado del Gobierno pidió a la Guardia Civil de Tráfico que refuerce estos controles en las proximidades de las seis macrofiestas autorizadas por la Comunidad de Madrid para hoy, "en especial en las horas en las que concluyan estos eventos". Unos 3.000 guardias civiles, policías locales y agentes del Cuerpo Nacional de Policía trabajarán esta noche para evitar incidentes. "Las fuerzas de seguridad están preparadas para afrontar cualquier eventualidad", concluyó Ansuátegui.