El Ayuntamiento de Granada renuncia a modificar los actos que conmemoran la Toma de la ciudad
El Ayuntamiento de Granada ha decidido renunciar finalmente a gran parte de las modificaciones que tenía pensadas para la celebración del día de la Toma de Granada, el próximo 2 de enero, y que incluían la lectura de un manifiesto en favor de la tolerancia y la convivencia entre culturas y la supresión de la presencia del Ejército en los actos. La única modificación que mantiene, y que ayer anunció la concejal de la Mujer y de Protocolo, la socialista Asunción Jodár, es una visita de carácter gratuito a la Alhambra a las 10.00 horas.
La polémica fiesta granadina, en la que se enzalza la entrada triunfal en Granada el 2 de enero de 1492 de los Reyes Católicos, que conduciría, ese mismo año, al decreto de expulsión de los judíos bajo pena de muerte, y siete años más tarde, a la primera guerra civil granadina, la quema de miles de libros escritos en árabe y la expulsión de los musulmanes, era uno de los aspectos que el gobierno tripartito de Granada quería modificar durante esta legislatura. Sin embargo, las presiones sociales por parte del sector más conservador de la ciudad han hecho que se descartase cualquier modificación en el protocolo de los actos. Hace un par de años, la lectura de un manifiesto en favor de la convivencia entre culturas fue recibida con un sonoro abucheo en la Plaza del Carmen.
Asunción Jódar señaló ayer que este año no habrá lectura de ningún manifiesto y que el Ejército estará representado en los actos, en contra de lo que pedían los sectores más progresistas de la ciudad. "Lo que se conmemora", dijo Jódar, "es que el Reino de Granada sufrió un cambio histórico en un periodo y que aquel cambio configuró entonces lo que es nuestro presente. El Ayuntamiento no quiere colaborar en que este día sea un día politizado".
El protocolo, por tanto, será el de años anteriores con la inclusión de una visita gratuita al Carmen de los Catalanes, en la Alhambra, por parte de la comitiva municipal. Posteriormente se formará un cortejo cívico hasta la Capilla Real, en donde se rendirá homenaje ante la sepultura de los Reyes Católicos y más tarde, desde el balcón del Ayuntamiento, se tremolará el Pendón Real de Castilla.
La actitud del Ayuntamiento levantó ayer las críticas de diversos colectivos ciudadanos, como el llamado Manifiesto 2 de Enero, que consideró un "lamentable retroceso" la renuncia a las modificaciones en el protocolo. Los colectivos tacharon la fiesta de "excluyente" y reclamaron que el 2 de enero sea una jornada de "reencuentro, sin vencedores ni vencidos; sin pendones, espadas ni marchas militares".
Hace unos días, el hispanista Ian Gibson recordó que lo que sucedió en Granada en 1492 fue el inicio de "la expulsión de españoles musulmanes y españoles judíos por parte de españoles cristianos", y que aquellos musulmanes "no eran extranjeros".
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