_
_
_
_

Un barco llega a Valencia con tres polizones iraquíes huidos del régimen de Sadam Husein

Durante una escala en Barcelona no se aclaró si su intención es pedir asilo político

El barco Candelaria B llegó ayer al puerto de Valencia con más tripulación de la prevista. El buque, de bandera española, transportó desde Beirut a tres polizones con pasaporte iraquí. En la tarde de ayer el barco permanecía fondeado en la bocana del puerto de Valencia junto a otros buques en espera de atracar. El sábado, el barco atracó en Barcelona y aunque por el momento se desconoce si los polizones desean pedir asilo político, uno de ellos dejó claro por teléfono su decisión. "No podemos regresar a Irak porque, si volvemos, nos ejecutan", aseguró.

Más información
Cádiz autoriza el atraque de un buque para desembarcar los cuerpos de dos polizones

El pasado viernes, los estibadores del puerto de Valencia vivieron una jornada de paros intermitentes que impidió realizar con normalidad los trabajos de carga y descarga de barcos y que en parte explicaría la saturación de algunos de los muelles de las instalaciones portuarias. De hecho, junto al Candelaria B había por la tarde de ayer casi una decena de buques esperando poder atracar en el puerto de Valencia.El buque español, al que se esperaba a primeras horas de la mañana y que retrasó su llegada a las instalaciones portuarias valencianas, disponía ayer del permiso para atracar.

Fuentes portuarias confirmaron la presencia de los polizones pero evitaron concretar más detalles sobre su situación o sobre las gestiones que se están realizando para aclarar su situación. Pese a ello, durante su atraque en el puerto de la capital catalana, el sábado, Cristina Martín, representantante de los armadores del buque español, aseguró que los polizones querían entrevistarse con algún representante de las Naciones Unidas.

La abogada explicó que los tres hombres habían tratado, con anterioridad a "enrolarse" clandestinamente en el barco español, de hablar con representantes de la ONU en Beirut, pero les citaron para mediados del mes de enero, por lo que el día 20 optaron por subir al Candelaria B como polizones.

La abogada se quejó del trato policial que recibieron los tres iraquíes: "Yo sólo pude verlos durante unos minutos, pero les fue denegado el derecho a un traductor y a un abogado de oficio", explicaba Martín, quien aseguró que otro representante legal de los armadores y un miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se personarían ayer en el Candelaria B en Valencia para tratar de entrevistarse con los tres polizones y averiguar cuál es su situación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR) también intentó, infructuosamente, ponerse en contacto con los ciudadanos iraquíes para averiguar si querían solicitar asilo político, pero ni la subdelegación de Gobierno ni la policía les concedió permiso para hablar con ellos, según Antoni Lluch, de CEAR-Cataluña. "Deberían tener un poco más de respeto con la legislación, porque en caso de petición de asilo político, los polizones tienen unos derechos, pero al no haber podido hablar con ellos no conocemos sus intenciones ni la situación en la que ahora mismo se encuentran", señaló Lluch, quien aseguró que los miembros del CEAR en Valencia estaban avisados de la llegada de los polizones.

"No podemos regresar a Irak porque, si volvemos, nos ejecutan". Éstas fueron las palabras que transmitió por teléfono uno de los polizones a Mohamed Homfi, traductor de árabe que colabora con CEAR y que pudo hablar con ellos dos minutos a petición del capitán. "Lo que quieren es vivir en paz y encontrar trabajo", afirmó Homfi, que añade que también le dijeron "que estaban bien y que habían recibido un buen trato por parte de la gente del barco". Homfi, de nacionalidad siria pero que lleva más de 25 años en Barcelona, explica que le apena la situación de los iraquíes porque, precisa, "cuando te vas de tu país pasas miedo, estás inseguro y no sabes qué va a ser de ti".

El barco <i>Candelaria B</i>, en el centro, ayer, fondeado en la bocana del puerto de Valencia.
El barco Candelaria B, en el centro, ayer, fondeado en la bocana del puerto de Valencia.SANTIAGO CARREGUÍ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_