Las pistas de esquí y los hoteles del Pirineo, al completo hasta Reyes

El Pirineo de Lleida estará hasta el día de Reyes a rebosar de turistas que han decidido pasar las vacaciones de Navidad en la nieve. Como ya ocurrió durante el pasado puente de la Purísima, la ocupación hotelera será del cien por cien las comarcas de la Val d'Aran, la Alta Ribagorça y el Pallars Sobirà, donde encontrar una cama libre será misión imposible, especialmente en los establecimientos situados en el área de influencia de las estaciones de esquí. Estas buenas perspectivas se repiten también en el Pirineo de Girona y en Andorra.

Las condiciones de las pistas han empeorado en los últimos días por la lluvia y por los vientos cálidos, que han impedido que funcionaran los cañones de fabricación de nieve. El sector espera, sin embargo, la llegada de un frente frío que ya se inició ayer, el cual puede ir acompañado de nevadas importantes en las cotas altas de los complejos invernales. Se espera que este frente aumente los espesores de nieve y garantice el pleno rendimiento de todas las instalaciones hasta el fin del periodo vacacional. Para este fin de semana se esperaba la mayor avalancha de esquiadores.

Pese al aumento de temperaturas, la mayoría de las estaciones mantienen espesores de nieve de entre 50 centímetros en las cotas bajas y un metro en las cotas altas.

El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, que promociona conjuntamente las 11 estaciones bajo la marca Neu de Lleida, calcula que durante estas fiestas acudirán al Pirineo leridano más de 100.000 esquiadores, que ocuparán todas las plazas hoteleras existentes en un radio de 30 kilómetros alrededor de las pistas, además de las segundas residencias y las casas de turismo rural. Incluso muchos cámpings de montaña estarán más llenos de lo habitual debido a la benignidad de las temperaturas de los últimos días.

Esta cifra de esquiadores supondrá, según el Patronato de Turismo, la venta de 250.000 forfaits y un impacto económico para el sector de 33 millones de euros. Esta quincena de Navidad supone casi el 20% de los ingresos de la temporada. El Pirineo de Lleida ofrece la mayor superficie esquiable de toda España, con 580 kilómetros de pistas, 3.200 hectáreas esquiables, 730 cañones de producción de nieve artificial, 675 monitores, 80 remontadores capaces de transportar a 75.000 esquiadores por hora y 22.000 plazas de alojamiento sin contar apartamentos y segundas residencias.

De acuerdo con los datos elaborados por el Patronato de Turismo, el 56% de los esquiadores que han elegido las estaciones leridanas proceden de Cataluña; el 33 % del resto de España, principalmente de Madrid, el País Vasco y Valencia, y el 7% de Francia. Baqueira-Beret será una vez más la estación alpina que despertará mayor fascinación, a pesar de que este año tendrá alrededor de 2.000 visitantes menos por la anunciada ausencia de los miembros de la familia real y del presidente del Gobierno, José María Aznar. A pesar de ello la estación aranesa será la que recibirá más esquiadores (el 50% del total), seguida de las de Boí-Taüll, Port-Ainé y Super Espot.

Baqueira-Beret amaneció ayer con sol y nieve polvo por la nevada que cayó durante la noche, lo que hizo que unos 15.000 esquiadores disfrutaran de la jornada. "Las perspectivas para la semana son buenas. Todo dependerá del tiempo", señaló Robert Buil, portavoz de la estación aranesa.

El esquí nórdico, una modalidad que va ganando practicantes, espera vender estos días más de 20.000 forfaits. La puesta en marcha de un billete conjunto para las siete estaciones de esquí de fondo de Cataluña por 62 euros ha sido un aliciente para los esquiadores.

Las excelentes perspectivas hoteleras de Lleida se cumplirán también en Andorra y en Girona. Las carreteras de acceso al vecino país volvieron a colapsarse el viernes, con retenciones que alcanzaron los 20 kilómetros. Se calcula que estos días cruzarán la aduana hispano-andorrana de La Farga de Moles 100.000 vehículos.

Los responsables de las estaciones de esquí andorranas esperan que la afluencia de practicantes durante la semana de la festividad de Reyes se incremente con respecto a la de Navidad. "La nieve no es el problema", señaló Miquel Medina, director de Pal Arinsal. "Sólo deseamos que luzca el sol porque el cliente actual quiere esquiar con buen tiempo". Como anécdota, Medina explicó que el pasado sábado un usuario hizo una reclamación a la estación "porque estaba nevando". El director de Pal Arinsal destacó que ayer 6.000 esquiadores se deslizaron por las pistas del centro, cuyos grosores de nieve oscilaban entre 70 centímetros y un metro. Las estaciones andorranas prevén ingresar este mes el 20% del total de la facturación de la temporada.

En la Cerdanya y el Ripollès, estarán ocupadas durante estas fiestas nueve de cada 10 plazas hoteleras. Sin embargo, el sector está preocupado porque las altas temperaturas han mermado la cantidad y la calidad de la nieve en las estaciones de La Molina, Masella, Valter 2000 y Vall de Núria, todas ellas con las instalaciones abiertas. "A pesar de la nieve húmeda, mentenemos una media de entre 4.000 y 5.000 esquiadores por día", señaló Marta Vives, portavoz de La Molina. En Girona también habrá lleno en las casas de turismo rural.

Por otra parte, ayer, un esquiador ruso de 39 años perdió el control en las pistas del Pas de la Casa de Andorra y falleció tras chocar contra un pilón.