Robertson anuncia que la OTAN apoyará a EE UU si hay guerra en Irak
El secretario general de la Alianza cree que Bush no desencadenará una acción unilateral
El secretario general de la OTAN, George Robertson, dio ayer un nuevo espaldarazo a la política que está siguiendo la Administración de Bush para derrocar al régimen de Sadam Husein. Robertson, en una entrevista con la emisora de radio británica BBC, afirmó que los países aliados tienen la "obligación moral" de suministrar a EE UU toda la ayuda que necesite si fracasa la misión de los inspectores de armas de Naciones Unidas y se decide que hay que atacar Irak. En su opinión, la obligación de respaldar a Washington se desprende del acuerdo alcanzado en la reciente cumbre de Praga.
La operación militar contra Bagdad sigue considerándose como el último recurso y en la OTAN confían aún en que el desarme del régimen que encabeza Sadam Husein pueda conseguirse "pacíficamente". En este sentido, Robertson aseguró ayer que Washington no declarará una guerra "unilateral" contra Irak sin recibir antes el respaldo del Consejo de Seguridad. "Hasta ahora, EE UU se ha mantenido firme en la vía de la ONU. Y continúa, porque los inspectores siguen aún allí", añadió el secretario general de la Alianza Atlántica, quien dijo que la decisión final sobre una guerra "no será tomada por EE UU, sino por Sadam Husein".
George Robertson, antiguo ministro de Defensa británico en el Ejecutivo de Tony Blair, valoró los esfuerzos del presidente estadounidense, George W. Bush, por "integrar firmemente" a EE UU en la OTAN y en el seno de otras instituciones multilaterales e internacionales tras los trágicos eventos del 11-S. Y en este sentido dijo que EE UU no puede actuar solo en caso de guerra, porque "necesita" del espacio aéreo y de las bases militares de otros países aliados y miembros de la ONU en la región.
Pero el secretario general de la OTAN dejó clara una cosa durante la entrevista con la BBC: en caso de que fracase la misión de los inspectores de armas de la ONU y el Consejo de Seguridad autorice la intervención militar porque entiende que no se han respetado los términos de la resolución 1.441, los países aliados y la OTAN como organización multilateral deberán seguir a EE UU en la guerra y suministrarle toda la ayuda que pida.
"La Alianza Atlántica ha apoyado mucho el proceso de la ONU, pero si éste no da resultado, entonces existe claramente la obligación moral de la OTAN de dar el apoyo requerido", declaró Robertson. En la sede de la Alianza en Bruselas se asegura que al día de hoy no hay "ningún plan" para implicar a la OTAN en una acción armada contra Irak, aunque informalmente no se oculta que puede desempeñar una función en caso de que se desencadene la guerra.
Esto, de momento, sólo sucedería en una fase posterior y cuando uno de los aliados lo pidiera expresamente. Es lo que sucedió con la invocación por primera vez en la historia del artículo V del Tratado de la Alianza Atlántica -sobre la asistencia recíproca en caso de conflicto- tras los ataques terroristas del 11-S, que hoy sigue activado. "Lo que han hecho los estadounidenses ante la OTAN ha sido sugerir un cierto número de opciones en las que la Alianza podría ayudar en caso de una acción militar, y los países han sido invitados a estudiarlas, pero no se ha tomado ninguna decisión por el momento", afirmó Robertson.
Irak ya ocupó un lugar central en la cumbre de la OTAN celebrada en noviembre en Praga, en la que todos los países aliados se comprometieron a apoyar "plenamente" a EE UU para que se respeten los términos recogidos en esa resolución, con "medidas eficaces" que no precisaron. Los jefes de Gobierno de los 19 países aliados advirtieron a Sadam Husein de las "graves consecuencias" que conllevaría la violación de la decisión del Consejo de Seguridad.
George Robertson considera que la Administración estadounidense ha conseguido "construir silenciosamente" una coalición internacional que le podría ser necesaria si el régimen iraquí incumple los requisitos exigidos por la ONU para desmantelar sus armas de destrucción masiva. El secretario general de la OTAN dijo que el dirigente iraquí sólo escucha a la comunidad internacional cuando se le amenaza. "La historia de las relaciones con Sadam demuestra que simplemente no hace caso de la voluntad de la comunidad internacional, a no ser que sepa que puede sufrir consecuencias graves", concluyó.
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