Águilas imperiales
En relación a la carta Águilas imperiales publicada el 14 de noviembre y acogiéndonos al derecho a réplica nos gustaría exponer lo siguiente:
La Consejería de Medio Ambiente tiene en ejecución un proyecto donde contempla la reintroducción del águila imperial ibérica en Cádiz. Todos los proyectos de reintroducción con complicados y en todos ellos existe un elevado número de bajas, sobre todo si las tasas de mortalidad natural de los jóvenes silvestres oscilan entre el 80% y el 87% antes de llegar a poder reproducirse. Es por esta razón que el proyecto abarca un horizonte temporal mínimo de 10 años y está sujeto a un seguimiento minucioso. Es altamente probable que existan nuevas bajas dado que el 87% de cinco se parece muchísimo a cinco, pero ello está previsto.
La reintroducción de esta especie es una de las medidas impulsadas por la Estrategia Nacional de Conservación del águila imperial ibérica coordinada por el Ministerio de Medio Ambiente y aprobada por todas las comunidades autónomas donde existen águilas imperiales. El área de La Janda es el lugar que más y mejores condiciones reúne hoy día para la reintroducción del águila imperial ibérica y desde 1992 aparece como un lugar adecuado para crear nuevas poblaciones en el Plan de Manejo del Parque Nacional de Doñana. La reintroducción no se trata pues de una "peregrina idea" sino el fruto del trabajo desinteresado y en equipo de todas las administraciones.
De su carta no me queda claro si ustedes están en contra de la instalación de emisores en general o del que hemos utilizado concretamente en el caso del águila imperial. En este último caso suponemos que el calificativo de "pesados arneses y radioemisores" se deberá a que ustedes saben el peso de los mismos. Como no lo dicen no quiero que los lectores se queden con esta angustia. El peso de los arneses es de cuatro gramos y el de los emisores oscila entre los 40 y lo s80 gramos, todo ello en una especie que cuando come puede engullir hasta 500 gramos de carne y que puede transportar al nido presas de hasta 2.000 gramos.
Es verdad que un pollo ha tenido que ser operado, pero no por el manejo que hemos realizado de él, sino que ha salvado la vida debido a nuestra intervención, ya que en un control rutinario del nido en el mes de junio observamos que tenía una grave enfermedad, que de no intervenir le causaría la muerte. El mismo día se llevó al zoológico de Jerez, donde lo operaron y recuperaron. Hoy el ejemplar sigue vivo y volando en el lugar de reintroducción.
El proyecto de reintroducción es público y está en la página web de la Consejería de Medio Ambiente. Todo lo contrario a lo que ustedes hacen, que no dan razones en su carta para oponerse a un proyecto, que tampoco han proporcionado ninguna razón a la administración competente y que en ningún momento aparecen los nombres de especialistas y/o personal cualificado y con experiencias que pueda opinar sobre el proyecto con un mínimo de rigor. Si esto no se hace, todo el mundo pensará que no se tienen ni argumentos ni especialistas que mantengan la opinión que ustedes exponen.
Por último, la carta llega a ser patética cuando afirma que hay falta de transparencia y opacidad y que no les proporcionamos información, y párrafos antes ustedes mismos aconsejan consultar el proyecto en la Junta de Andalucía (luego parece que han tenido accesibilidad e información).
Por nuestra parte toda la información que genere el proyecto es y será pública y se podrá ir consultando en la red, pero aún así sabemos que seguirá habiendo opiniones que hablen de falta de información. Otra eventualidad más que también está prevista.
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