La delincuencia volvió a subir en las ciudades un 5,9% hasta octubre

El aumento de la criminalidad, especialmente en las ciudades, puede frenarse a medio plazo pero, por ahora, sigue creciendo. El Instituto de Estudios de Seguridad y Policía (IESP), dependiente del Sindicato Unificado de Policía, publicó ayer su informe sobre el estado de la delincuencia en la demarcación del Cuerpo Nacional de Policía, en el que asegura que, con datos oficiales en mano, los delitos y faltas subieron un 5,9% de enero a octubre.

La panorámica que describe el citado instituto (IESP) en el ámbito del Cuerpo Nacional de Policía parte de este dato: si entre enero y octubre de 2001 se perpetraron en las ciudades de más de 50.000 habitantes (salvo en las vascas) 1.119.087 infracciones penales, en el mismo periodo de este año se han conocido 1.185.377. Es decir, la policía tuvo conocimiento de un 5,9% más de delitos y faltas. Los datos se corresponden, efectivamente, con las cifras oficiales que manejan la policía y el Ministerio del Interior.

El incremento ha sido especialmente notable en Baleares, donde los delincuentes han perpetrado un 51,4% más de infracciones, y La Rioja, donde el incremento de la criminalidad de un año para otro ha sido del 22%. La marcha del mundo del hampa, por el contrario, se ha invertido y ha bajado en autonomías como Aragón (3,2%), Canarias (6,4), Melilla (8,9%) o Ceuta (11,9%).

El IESP precisa que la tasa de criminalidad media en el territorio de la policía se ha situado en 50,7 por cada 1.000 habitantes, frente al 47,9 del año 2001. Pero cinco autonomías y las dos ciudades autónomas superan esa tasa. La situación más grave se da en Baleares, donde 89,6 de cada 1.000 habitantes de la isla han padecido el embate de la delincuencia; seguida de la Comunidad Valenciana (71,9 por mil), Madrid (69,9), Melilla (60,5) y Ceuta (56,5). Los mejor relación delincuencia-ciudadano se da en Asturias, donde la tasa de criminalidad es de 22,8 por cada 1.000 habitantes, Castilla y León (29,6) y Galicia (31,8).

Frutos a medio plazo

Este aumento de la delincuencia, tras unos primeros años de bajada estadística, llevó al Gobierno a elaborar en septiembre pasado un plan global de lucha contra el delito. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) considera que el plan puede acabar funcionando pero, por ahora, no ha logrado contener el aumento. "A medio plazo, a partir del segundo semestre del año próximo, algunas medidas contempladas en el plan", asegura el SUP, "pueden empezar a frenar el crecimiento de la criminalidad".

El SUP reconoce "el esfuerzo del actual ministro del Interior, Ángel Acebes, y su equipo" en la lucha contra la delincuencia, pero, aprovechando el lenguaje del caso Prestige, explica: "El barco de la seguridad ciudadana estaba ya hundido, la marea de la criminalidad en nuestros pueblos y ciudades y los medios que el Gobierno aportó fueron muy escasos porque durante años se negó la evidencia: que existía un grave problema de criminalidad".

Pero, antes de ensalzar a Acebes, ministro del Interior desde julio pasado, lanza serias acusaciones a sus dos antecesores. "Desde 1996 hasta este año se ha producido una utilización de la policía por los ministros del Interior Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy", de quienes dice: "Con manipulación estadística y más preocupados de ocultar el conocimiento de un grave problema, han dirigido el ministerio preocupados exclusivamente de su imagen y su futuro político".