Romario espera ofertas

La pasada semana, mientras por Barcelona se extendía el rumor de que Joan Gaspart podría dar un golpe de efecto en la turbulenta crisis azulgrana fichando a Romario, el veterano delantero brasileño se divertía en Kingston, la capital de Jamaica, donde iniciaba sus merecidas vacaciones y espera ofertas para volver a jugar el próximo mes de enero.

Según su representante Luizinho Moraes, no hubo ningún contacto oficial con el Barcelona: "Toda esta cuestión nació por una llamada que recibí de un periodista catalán que me comunicó un presunto interés por parte del Barcelona para que Romario fichase por seis meses. Él comenzó a hacerme preguntas, pero yo no hablo de suposiciones. Nadie del Barcelona se puso en contacto con nosotros. La prioridad del jugador es seguir en Brasil, así que la oferta para jugar en el exterior tendría que ser irrechazable".

Romario queda libre el día de Navidad, cuando expira su contrato con el Fluminense. Se lo toma con calma porque sabe que no le van a faltar ofertas. El Fluminense desea renovarle (busca patrocinador para ello), y sus ganas de permanecer en Río de Janeiro quizás sean más fuertes que las suculentas propuestas que le llegan desde Japón o el fútbol árabe. Y otros equipos potentes de Brasil, como el Corinthians, también meditan la posibilidad de incorporar a o baixinho, que acaba de recibir la Bota de Oro del fútbol brasileño que cada mes de diciembre concede la revista "Placar" al mejor goleador del año. Un año en el que Romario se llevó una de las más grandes decepciones de su carrera al no ser convocado por Luis Felipe Scolari para jugar el Mundial 2002, pero que le dejó el reconocimiento general de la torcida brasileña especialmente por los 16 goles que marcó en el recién terminado campeonato nacional con el Flu.

"Bajo para cabecear (mide 1,68), viejo para correr (cumple 37 años el 26 de enero) y asiduo frecuentador de enfermerías, sólo su talento explica como Romario puede haber ganado de nuevo la Bota de Oro", explica en su número especial la revista que le acaba de premiar por los 42 goles marcados en 2002. Un premio que ya ganó en el 99 y en el 2000.

Por supuesto no tiene ya la velocidad de antaño, pero su habilidad es ya un automatismo que se apoya en su grandiosa técnica y sus impredecibles recursos en el área.