Los exportadores de calzado pierden 36 millones por el impago de morosos
El índice de impagos es del 4% en exportación y del 15% en España
Los empresarios del calzado de la Comunidad Valenciana deben hacer frente a las pérdidas por impago de sus exportaciones que superan al año los 36 millones de euros. El nivel de morosidad internacional se ha reducido a un nivel mínimo del 4% del volumen total de ventas al exterior, y se espera mayores niveles de seguridad por la puesta en marcha de la nueva directiva comunitaria sobre morosidad internacional, que entró en vigor en agosto. El índice de impagos en las exportaciones es del 4%, y el 15% en las ventas nacionales.
Pedro Méndez, secretario general de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE) reconoció que esta situación dificulta la instalación de productores españoles en países sudamericanos "por falta de seguridad y ante la situación de inestabilidad de la zona". Méndez aseguró que los actuales acuerdos de libre comercio de Estados Unidos con países sudamericanos, como Chile, no garantizan las inversiones. No obstante, la Federación de Industriales del Calzado de España (FICE) trabaja en distintos países para garantizar las inversiones en el extranjero.
Méndez explicó que los exportadores de calzado español garantizan cada vez sus envíos de mercancía y el futuro cobro de las facturas. No obstante, "es inevitable algunas situaciones de riesgo, cuando se trata de clientes consolidados, que entran en problemas sin que el exportador se dé cuenta". Estas situaciones, producen al productor situaciones que pueden acabar con la empresa. En los últimos meses, según Méndez, no se ha registrado en el sector del calzado impagos voluminosos que hayan puesto en peligro la salud de empresa alguna. Aún así, la AICE considera que cada año, en función de la media de impagos del 4%, se pierde unos 36 millones de euros. "Entramos en una situación de mayor riesgo ahora, por eso aseguramos más", indicó el responsable de AICE. Según Méndez, la venta de moda y productos de mayor calidad que el calzado de temporada obliga a vender directamente a cadenas de tiendas de alto nivel. Estos compradores representan un mayor riesgo que la comercialización directa de una empresa de exportación-importancia, que no depende de la salida directa del producto al mercado minorista, según explicó Méndez.
Sin embargo, Méndez recordó que en el mercado interior la morosidad es más alta y alcanza hasta el 12% de las ventas. La diferencia, según el secretario general de la patronal ilicitana, estriba en que en España "uno puede lograr recuperar parte de la deuda, por acuerdos y compensaciones. En el mercado internacional, si no te pagan, lo pierdes directamente", sentenció. La morosidad hace que las inversiones en producciones en terceros países se reduzcan al mínimo, aunque con aspiraciones de introducirse en estos mercados.
La AICE considera fundamental trasladar la producción en otros estados para reducir el coste y los precios, puesto que en España esta batalla ya se considera perdida y se apuesta por la producción de calidad. Algunos países parten de una situación de ventaja, ya que permiten introducir los productos en mercados de interés para los empresarios españoles, como Estados Unidos. Se trata de aquellos como México, Venezuela, Colombia y, más recientemente, Chile, que cuentan con acuerdos de libre comercio con aranceles cero. Sin embargo, Méndez considera que "son países con políticas erráticas y que nunca aseguran que la situación se invierta, perdiendo nuestras inversiones". De momento, la AICE prefiere trabajar con países más cercanos donde derivar la producción como Túnez y Marruecos o Hungría y Polonia en Europa.
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