Unos seguros en la cuerda floja
Conseco se acoge a la ley de quiebras, con unas deudas de 6.500 millones de dólares
La financiera y aseguradora estadounidense Conseco se ha acogido esta semana a la ley de quiebras ante el insoportable peso de una deuda que alcanza los 6.500 millones de dólares. Se trata, pues, de la tercera suspensión de pagos más importante de Estados Unidos, tras los recientes casos de Enron y WorldCom.
Con sede en Carmel (Indiana) y un valor de mercado de unos 50.000 millones de dólares, Conseco lleva atravesando un año repleto de profundas dificultades que la obligaron a poner en marcha una radical reorganización, con la que no ha conseguido frenar las fuertes pérdidas que viene sufriendo.
La declaración de quiebra no incluye las operaciones de seguros, según un comunicado de la compañía, quien destaca que ha llegado a tomar esta decisión tras alcanzar un acuerdo de principio con los bancos acreedores y accionistas sobre una futura reestructuración.
La aseguradora, que deberá emprender una drástica reorganización, tiene un valor de mercado de 50.000 millones de dólares
Así, quedan fuera de la petición presentada ante un tribunal de Chicago las filiales Mill Creek Bank, Green Tree Retail Services Bank y Conseco Agency, según el comunicado de la firma.
"Para facilitar la reestructuración, la empresa y algunas de sus filiales presentaron voluntariamente la petición de reorganización bajo el capitulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos", se señala en Carmel.
La empresa considera que sus filiales de seguros tienen una capitalización "adecuada" y los clientes o los que tienen pólizas "no se verán afectados por la reestructuración de la compañía matriz".
Conseco es la última gran quiebra de la historia corporativa de Estados Unidos, precedida por la caída, el pasado mes de julio, de la compañía de telecomunicaciones WorldCom, que tenía un valor de mercado de 104.000 millones de dólares. En este marco también destaca la estrepitosa quiebra, el año pasado, de Enron, con 64.000 millones de dólares, y la caída de Texaco, en 1997, con 36.000 millones de dólares. Frente a esos casos, la crisis de Conseco no se ha producido bajo indicios de fraude, aunque a finales de la década pasada la compañía aseguradora se vio obligada a retocar sus resultados en varias ocasiones a consecuencia de una contabilidad demasiado "liberal".
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