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El Consejo Escolar de Cataluña aplaza su decisión sobre el informe del nuevo calendario escolar

Enseñanza ayudará económicamente a los colegios que hagan acogida por la mañana

Mar Padilla

La consejera de Enseñanza, Carme-Laura Gil, apoyó ayer implícitamente el nuevo calendario de clases que propone el Consejo Escolar de Cataluña al apostar por periodos lectivos de 35 o "no más de 40 días" alternados con una semana de descanso en la que los colegios permanecerían abiertos.

Gil explicó ayer que, de esta forma, los niños se adaptarían al calendario natural clásico, que alberga cinco periodos de descanso: Navidad, carnaval, Semana Santa, verano y Todos Santos. "De lo que se trata es de que el calendario tenga un cierto ritmo equilibrado, y de que el inicio del curso se adelante hasta el 9 o el 10 de septiembre y finalice un poco después de lo habitual, hacia el 30 de junio".

La consejera reiteró ayer que las líneas generales del calendario se incluirán en la futura Ley Catalana de Educación, de la que se tendrá un documento de base a finales de enero, y aseguró que posteriormente se pactará con "todas las partes implicadas".

La consejera de Enseñanza adelantó también que durante los periodos no lectivos señalados las escuelas permanecerán abiertas, y que los alumnos podrán acudir voluntariamente a los centros, donde se desarrollarían actividades formativas, "pero no curriculares". Carme Laura-Gil no descartó que estas actividades las lleven a cabo los propios profesores.

No pudo ser. El Consejo Escolar debatió ayer durante horas la aprobación unánime del nuevo calendario escolar, elaborado por una subcomisión del propio consejo, que propone la reducción de las vacaciones estivales a nueve semanas en vez de las 11 actuales, pero finalmente se optó por dar al escrito un perfil meramente "reflexivo".

Lo que debía ser un punto de trámite en una tarde de debate se convirtió finalmente un escenario en el que las diferentes partes -sindicatos, padres, profesores y la propia administración- expresaron sus divergencias ante unos cambios que afectarían a todos los estamentos educativos. La UGT, por ejemplo, preocupada por las nuevas condiciones laborales que esta reforma podría suponer para los profesores, pidió ayer la retirada del documento. Y es que si bien casi todos los sectores relacionados con la enseñanza están de acuerdo en que el calendario escolar debe modificarse, no ven de igual manera los mecanismos de decisión de estos cambios. Los padres de alumnos, como el Departamento de Enseñanza y el propio Consejo Escolar de Cataluña, el máximo órgano de representación de la comunidad educativa, están de acuerdo en hay que redistribuir el periodo de vacaciones de los alumnos, pero falta saber cómo se aplican dichos cambios. "El documento queda como una serie de reflexiones para el debate", declaró ayer por la noche Sara Blasi, presidenta del Consejo Escolar.

El documento de este organismo planteaba también que, a partir de un marco general, el nuevo horario y calendario escolar pueda adaptarse a "las peculiaridades sociales y climáticas de cada territorio", ya que no es lo mismo vivir en la costa y estar a expensas del turismo que en un pueblecito del Pirineo o en Barcelona", señaló ayer una miembro de la FAPAC (Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña). A este respecto, una horas antes la consejera Carme-Laura Gil había subrayado que éste era "un asunto que estudiar", pero señaló que "hay que recordar que Cataluña no es Estados Unidos"

Horario laboral

Por otra parte, con relación a los cambios de horarios de los alumnos a partir de los nuevos hábitos laborales de los padres y sobre todo a raíz de la incorporación de las mujeres al mercado laboral, la Generalitat anunció ayer que subvencionará los centros públicos que promuevan un espacio para que los padres de los alumnos de primaria puedan dejar a sus hijos antes de que comience la jornada escolar. De esta línea de ayudas, que contará con una partida de 600.000 euros y se pondrá en marcha el próximo enero, se podrán beneficiar en principio las asociaciones de padres de los centros que ya colaboran en la puesta en marcha de este servicio de forma autónoma.

La consejera de Enseñanza precisó ayer que, en función de la acogida que tenga el proyecto, el próximo curso se decidirá si aumentan las subvenciones y si se amplía a la tarde. La consejera justificó que se haya empezado por subvencionar la acogida por la mañana, "porque es más difícil encontrar a alguien que cuide a los niños a las ocho de la mañana que a las cinco de la tarde". Gil afirmó que estas ayudas serán gestionadas por las propias asociaciones, pero que la Administración se encargará de fijar los criterios, "como la titulación de los monitores o la ratio de alumnos por cuidador".

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Sobre la firma

Mar Padilla
Periodista. Del barrio montañoso del Guinardó, de Barcelona. Estudios de Historia y Antropología. Muchos años trabajando en Médicos Sin Fronteras. Antes tuvo dos bandas de punk-rock y también fue dj. Autora del libro de no ficción 'Asalto al Banco Central’ (Libros del KO, 2023).

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