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Detenidos este año 50 policías sospechosos de pederastia en el Reino Unido

La policía británica ha detenido hasta ahora a cincuenta colegas en las distintas redadas llevadas a cabo este año dentro de la llamada Operación Ore contra la pederastia en Internet. La última redada de esta operación, que hasta ahora ha permitido detener a 1.300 sospechosos, se llevó a cabo en la madrugada de ayer y permitió detener a 34 personas en Londres. "En la policía hay gente buena y gente mala", reconoció el número dos la Escuadra Nacional contra el Crimen, Jim Gamble, al presentar estas cifras.

"Como policías tenemos que ser transparentes", dijo Gamble. "Cincuenta oficiales de la policía han sido identificados y no queremos ocultar ese dato. Queremos darlo a conocer para dar confianza. Los oficiales son miembros de la comunidad a la que sirven y también en la policía hay gente buena y gente mala", reconoció el alto mando de Scotland Yard. De los 50 policías detenidos, ocho han sido ya formalmente acusados ante la Justicia.

En la redada de ayer participaron 250 policías para ejecutar 45 órdenes de detención de las que se consumaron 34. Se trata de una acción más de las enmarcadas en la gran operación contra la pederastia lanzada desde Estados Unidos con un permanente rastreo de las páginas web y las tarjetas de crédito utilizadas por los pederastas para comprar material pornográfico realizado con menores de edad. El FBI ha facilitado al Reino Unido una larga lista de sospechosos británicos, que algunos estiman en unas 7.000 personas. En total hay unas 250.000 personas de 60 países en las listas elaboradas por Estados Unidos tras desarticular el portal pornográfico que explotaba Thomas Reedy, condenado luego a 1.335 años de cárcel.

Peligrosos

Hasta ahora la policía ha interrogado a 1.300 personas en el Reino Unido, de las que 1.200 han sido identificadas como sospechosas de las categorías 1 o 2, los pederastas potencialmente más peligrosos. Sólo en Londres han sido ya identificados 28 niños víctimas de abusos para producir el material pornográfico.

"Nuestra prioridad ha sido identificar cuanto antes a los individuos de la lista que nos parecen los más peligrosos para los niños ahora mismo. Es un proceso que está en marcha y que sigue su curso", explicó Carole Howlett, de la Policía Metropolitana.

Entre los más famosos sospechosos detenidos por la policía británica figura el detective Brian Stevens, de 41 años, que pocos días antes había atendido y consolado a los familiares de Holly Wells y Jessica Chapman, dos niñas de 10 años asesinadas en agosto pasado. Stevens no tuvo nada que ver con ese crimen, pero afronta una acusación de asalto indecente a una adolescente de 16 años y ocho delitos de posesión y distribución de pornografía infantil.

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