"La historieta casi ha perdido al público infantil"
La localidad vizcaína de Getxo acogió el pasado fin de semana su primer Salón del Cómic, el primero que se organiza en Euskadi. El dibujante y realizador de cortometrajes Borja Crespo (Bilbao, 1971) fue asesor de un evento, que congregó en tres días a 8.500 visitantes.
Pregunta. ¿Se echaba en falta un salón como este en Euskadi?
Respuesta. Sí, porque aquí hay muchos aficionados y porque es una manera de promocionar su mundo, que también forma parte de la cultura. Hay dibujantes vascos muy buenos, como Mauro Entrialgo, Rober Garay, Luis Durán o la gente del TMEO, y el cómic en sí se edita mucho, pero a la hora de la verdad pasa casi como en el cine: no hay realmente una industria. O la que hay no está bien asentada. Hay mala distribución y el problema, más que de público, es de difusión y cultural. Mucha gente lo relaciona con el rollo infantil, y el cómic no sale casi nada en televisión, que es el máximo canal difusor de cultura, entre comillas.
P. ¿El panorama es halagüeño?
R. Lo del cómic es curioso, porque siempre se habla de que hay crisis, igual que en el cine. ¿Por qué? Si el ejemplo más grande lo tenemos en los que nos gobiernan, que empezaron diciendo que "España va bien"... Hay que decir que va bien, que va. Se editan un montón de cómics, hay una variedad increíble y tenemos la suerte de que hay tiendas especializadas, cuando otras actividades no las tienen.
P. ¿Es la historieta un buen negocio?
R. Tal y como está en este país, no es negocio.
P. ¿Hay que reivindicarla como arte, más allá del mero entretenimiento?
R. Hombre, tiene un lenguaje propio muy rico, tiene imagen, tiene texto, cada viñeta es un mundo, cada autor tiene un estilo... Yo he estudiado Bellas Artes, pero voy a Arco, por ejemplo, y me aburro mucho. Mientras, hay viñetas sueltas y páginas de algunos autores que tienen el mismo mérito que muchas obras que están en galerías.
P. Los superhéroes y el manga siguen siendo lo más demandado.
R. Sí, es lo más popular, lo que más llama la atención a priori. Otro problema que hay es que se ha perdido el lector infantil, casi no hay revistas vinculadas al sector más joven, y éste se engancha a lo que más se conoce, por las series de televisión y demás.
P. Usted sostiene que hoy en día existe censura.
R. Claro que existe. Es un momento delicado en el que hay más que nunca, aunque es una censura muy soterrada, si no te mueves en ciertos ambientes no te das cuenta. Hay un ambiente en el que la cultura está siendo asesinada, o institucionalizada, y se le está quitando la energía.
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