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Obiang se atribuye la victoria con el 99,5% de los votos en Guinea

"Han perdido el sentido común", dice el PSOE

Ramón Lobo

Los resultados difundidos ayer por el régimen de Guinea Ecuatorial, a través de su radiotelevisión nacional, parecen soviéticos: Teodoro Obiang Nguema ha ganado las elecciones presidenciales con el 99,5% de los votos. Según los datos del ministro de Interior y presidente de la Junta Electoral, Clemente-Engonga Nguema Onguene, los cuatro candidatos de la oposición no han superado siquiera los cien votos en ninguna mesa.

Tal ha sido el éxito del presidente Obiang que el voto de Jeremías Ondó, líder de la facción progubernamental de Unión Popular (UP), y que se retiró de los comicios junto a los otros tres aspirantes denunciando el "fraude masivo", no aparece. Ondó acudió junto a los 20 miembros de su familia al colegio electoral de Los Ángeles, en Malabo. En esa urna, su partido obtuvo, según el Gobierno, cero votos.

"Nos ha ocurrido igual", dice por teléfono Celestino Bacale, candidato de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS), principal partido de la oposición y cuyo líder, Plácido Micó está en la cárcel desde junio. "Antes de que retiráramos los interventores, algunos de ellos depositaron su voto, igual que miembros de nuestra junta directiva, y ninguna de sus papeletas aparece: en sus mesas, el CPDS ha sacado también cero votos".

Desánimo en la calle

"La gente en la calle está desanimada", sostiene Bacale. "Esto ha sido el no va más. Incluso, extranjeros acostumbrados a elecciones en dictaduras nos han dicho que jamás habían visto un desacaro tan grande". Juan José Laborda, portavoz del PSOE en el Senado y observador internacional en el macrojuicio de junio que envió a gran parte de la oposición democrática a la cárcel, afirma que los resultados y el método de obtenerlos demuestran que "el régimen ha perdido el sentido común" y que ya no podrá mantener la ficción de que es democrático. Tanto el PSOE como Izquierda Unida han exigido al Gobierno español que actúe junto a la UE en la denuncia internacional de la "farsa electoral".

La única elección limpia en la historia de Guinea Ecuatorial tuvo lugar en 1995. En aquellas municipales, la Plataforma de Oposición Conjunta (POC) venció en 25 de las 27 circunscripciones y obtuvo un 60% de los votos. Nunca se llegaron a anunciar porque el régimen paralizó el escrutinio. España negoció con el Gobierno y la oposición un fraude tolerable: siete circunscripciones para la POC con la promesa de municipalizar las ayudas y democratizar el país. Nunca llegó ese dinero y el régimen desencadenó una gran represión.

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"Desde entonces, Obiang sabe que nunca ganará unas elecciones transparentes", dice una fuente española conocedora de la realidad guineana. "En aquellas elecciones de 1995, la UP iba en listas diferentes a la POC y obtuvo un 12%; ésa es la realidad: la oposición, en su conjunto, debe de tener el 75% de los votos", añade.

En 1999, España negoció con el régimen de Obiang un mínimo de 20 escaños de los 80 del Parlamento para la oposición. La respuesta fue: "Veinte son muchos".

[La ministra de Exteriores, Ana Palacio, dijo ayer que las informaciones recibidas desde la Embajada de España, en Malabo, ponen en duda "la legitimidad del resultado" porque "no se ha respetado la plasmación de la democracia, que es el ejercicio libre del derecho a voto", informa Efe].

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