Una censura censurada

Entre acusaciones de ser un submarino y evidentes discrepancias con la junta directiva, la moción de censura contra la gestión de Joan Gaspart, presidente del Barcelona, se va consolidando, aunque a la hora del recuento las firmas hasta ahora recogidas no parecen corresponderse con la ira que mostró la hinchada el pasado domingo en el Camp Nou. Alternativa Blaugrana, el grupo liderado por los hermanos Iván y Óscar Carrillo que ha interpuesto la moción, cuenta por el momento con el apoyo de 1.370 socios que reprueban la gestión de la junta.

"No somos ningún submarino", responde Iván Carrillo cuando se le pregunta si en su contra juega haber estado a punto de integrarse en la directiva de Gaspart, posibilidad que descartó a última hora después de varias negociaciones públicas. "Si no das tu apoyo a esta moción es que estás a favor del presidente". remacha. "El submarino es él". Carrillo se sulfura cada vez que se le recuerda que muchos socios se niegan a firmar el apoyo a la moción porque están convencidos de su relación con el presidente.

Carrillo desgrana las discrepancias que mantiene con la directiva para reforzar su distanciamiento de Gaspart. De acuerdo con la junta, el grupo opositor dispone de 14 días hábiles para la recogida de firmas y debe acreditar las 4.500 necesarias -el 5% del censo electoral- el próximo día 2 de enero. Alternativa Blaugrana afirma, en cambio, que el plazo no concluye hasta el lunes 6 de enero, porque no deben contabilizarse los sábados al entender que son días inhábiles.

No se trata de un simple matiz, sino que la cuestión reviste una importancia capital. En los cuatro días de diferencia puede estar el éxito o el fracaso de la moción. Si el ciclo de recogida de firmas concluye el día 2, el grupo opositor tendrá sólo un partido para acumularlas: el que disputarán las selecciones de Cataluña y China en el Camp Nou el próximo 28. En cambio, si acaba el lunes siguiente, podrán volver a instalar sus mesas en el estadio azulgrana y aprovechar la afluencia de socios en el partido que el Barcelona disputará contra el Recreativo el día 5.

Para los promotores de la moción de censura, el acceso directo a los socios es vital al no disponer de la base de datos del censo electoral, y para llegar a ellos necesita la disputa de partidos y las visitas a las peñas. "Los estatutos no especifican que los sábados deban ser considerados días hábiles", afirma Francesc Mañé, portavoz de Alternativa Blaugrana. "Nuestros abogados están estudiando la cuestión para intentar alargar el plazo".

Mañé, en cualquier caso, se mostró optimista sobre el futuro de la moción. "Contamos con la colaboración de muchas peñas", señaló. "Y hay socios que acuden a nuestra oficina central para darnos su apoyo". De acuerdo a la entidad promotora de la moción, más de 20 peñas de Tarragona, Lleida y Girona han solicitado boletos de inscripción para repartirlos entre sus asociados. Mañé anunció también que estan recibiendo muchas adhesiones a través de internet.

El grupo liderado por Óscar Carrillo, que fue quien recogió las papeletas el pasado día 12, asegura que la estrategia de Gaspart de no dimitir y someterse a la confianza de los socios compromisarios es sólo una forma de ganar tiempo, porque sabe que cuenta con el apoyo del colectivo. "Los compromisarios no se enfrentarán a él", indicó Mañé. "Le dirán que es el mejor presidente".

Un año sin moción

De la lectura de los estatutos del club se deduce que si esta moción de censura no logra las adhesiones necesarias o acaba fracasando en las urnas, el presidente no podría ser cuestionado de nuevo por el mismo motivo hasta dentro de un año. La misma ley está abierta sin embargo a interpretaciones: podría plantearse otra moción pero por razones distintas a la anterior.