700 años de respeto
En la carta publicada EL PAÍS del día 13 de diciembre de 2002 el señor Dotor Castilla comenta el artículo de Luis Manuel Ruiz en relación con el videojuego Matanza Cofrade y el grupo Narco, reclamando respeto para los sentimientos católicos, "mayoritarios en Andalucía en general y en Sevilla en particular desde hace casi 700 años·. Como representante de una minoría (en este caso la atea) entiendo que los católicos reclamen respeto para sus creencias en nuestra ciudad y le hago notar que ya lo obtienen ampliamente cuando toman las calles de nuestra ciudad durante la Semana Santa, avasallando y abrumando a los ciudadanos a los que el asunto nos importa un comino. Ciertamente coincido con Luis Manuel Ruiz en que la ciudad está permanentemente infestada de imaginería católica (por ejemplo en la rotulación de algunas calles), lo cual sólo es posible con la connivencia de los representantes políticos de nuestro (supuestamente) laico Estado. Finalmente, puesto que estamos de acuerdo en que "la tergiversación y manipulación de argumentos" al respecto de la tolerancia entre sentimientos religiosos no es aceptable, me permito señalarle también al señor Dotor Castilla que, desde un punto de vista histórico estricto, esa supremacía católica de la que tanto alardea en su carta ha llegado a ser lo que es en nuestra tierra no gracias a sus virtudes intrínsecas de tolerancia y "respeto", sino a la encarnizada persecución y sistemática expulsión de musulmanes, judíos y ateos desde el siglo XV por parte de su Iglesia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.