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El Gran Wyoming: "Ha sido un golpe bajo"

El Gran Wyoming (José Miguel Monzón en el DNI) es el líder de los hombres de negro de Caiga quien caiga. Tras siete años -"casi una vida y más que una carrera universitaria"- dando la cara en el informativo más irreverente de la televisión, sostiene que la decisión de Tele 5 de no renovar el programa "ha sido un golpe bajo". Repasa los argumentos de la cadena: "Para justificar sus excusas dice que es muy caro, que hay crisis en el sector y que la publicidad es ahora más barata".

Para El Gran Wyoming, CQC tiene una "vigencia extraordinaria", como demuestra "el tirón de la audiencia domingo a domingo". En las últimas semanas rondó los dos millones y medio de espectadores (con una cuota de pantalla del 20%, muy próxima al 21,9% de media de la cadena el pasado noviembre). Cree que con la ya irreversible desaparición, "el listón de la televisión está cada vez más bajo", e intuye que la imagen de Tele 5 saldrá perdiendo.

El presentador no tiene en su agenda un inmediato regreso a la pequeña pantalla. Estará alejado "al menos hasta el verano", ya que "los proyectos que podría conducir serían equivalentes a CQC, que es el único formato en el que creo".

A una semana del final, El Gran Wyoming tiene la impresión de que en el Gobierno se ha recibido con cierto agrado la decisión de Tele 5. "El Día de la Constitución no había ambiente de tristeza entre los políticos del PP, según han comentado los reporteros". José María Aznar, que hoy se sentará en el diván psicoanalítico del programa, ha demostrado tenerles poca simpatía. La semana pasada apartó el micrófono ante una impertinente pregunta de Pablo Carbonell sobre la "limpieza de imagen" del PP.

Quienes diseñaron el programa aseguran que el PP ha sido siempre anti-CQC. "El PP era un búnker. Incluso ante los actos al aire libre del partido nos negaban invitación. No podíamos siquiera asistir a los mítines", recuerda Montse Fernández Villa, ex directora de CQC.

Los desdenes adquirían tal calibre que todavía hoy recuerda cómo en una cumbre de la Unión Europea en Alemania, el Gobierno español aconsejó la retirada de la acreditación a los enviados especiales de CQC. Las autoridades germanas, aunque tenían orden de no dejarles pasar, les permitieron el acceso. Aquel episodio tuvo rápidamente respuesta. Los reporteros se vengaron del entonces portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, y le obsequiaron con unas gafas de broma. También el Real Madrid ha sido esquivo a la hora de permitirles el acceso a su campo o aproximarse a sus jugadores. "El Barça nos quería más", confiesa Fernández Villa.

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