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Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL
Tribuna
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La difusión tecnológica sigue viva

2002 ha vuelto a ser testigo de incertidumbres en las nuevas tecnologías. Sin embargo, al margen de la débil coyuntura económica, las principales sombras sobre el sector provienen de causas diferentes en una y otra orilla del Atlántico. En EE UU, a la depuración que aún restaba de algunas empresas surgidas al hilo de la burbuja tecnológica, se ha unido la necesidad de absorber el exceso de capacidad tecnológica instalada tras el fuerte proceso inversor de la segunda mitad de los noventa.

Por contra, en Europa, ni la profusión de empresas puntocom fue tan elevada, ni se ha asistido a un proceso tan intenso de inversión. Aquí el tono negativo del sector TIC está protagonizado por la situación de las operadoras de telecomunicación. El elevado precio pagado por las licencias de UMTS y el retraso en su puesta en marcha son los "sospechosos habituales" de sus males. Sin embargo, es sólo una parte de la historia. Sólo en 2000 la cifra invertida por las siete mayores operadoras europeas en adquisiciones de otras empresas (70.000 millones de euros) se aproximó al coste conjunto de todas las licencias de UMTS en Reino Unido y Alemania (87.000 millones). De esta forma, el endeudamiento de las operadoras ha aumentado de manera significativa, resultando abrumador para algunas de ellas.

La difusión de nuevas tecnologías en el mundo sigue creciendo a tasas elevadas, alcanzando a más áreas geográficas

No obstante, las dificultades financieras de las empresas vinculadas a nuevas tecnologías no han impedido que su difusión sea cada vez mayor. Desde que en marzo de 2000 se inició el pinchazo de la burbuja tecnológica hasta septiembre pasado, el número de internautas en el mundo ha aumentado un 82% hasta los 605 millones. Además, la difusión de Internet fuera de EE UU empieza a ser significativa. En marzo de 2000, 44 internautas de cada 100 residían en ese país y en Canadá, y sólo 23 eran asiáticos y 27 europeos. En septiembre sólo 30 de cada 100 eran norteamericanos, frente a 31 asiáticos y 32 europeos.

Otro tanto puede decirse de la telefonía móvil. En países europeos como Italia, Portugal, Suecia, Finlandia y Holanda, ha alcanzado una penetración superior al 80%. También los países emergentes han avanzado. La difusión de la telefonía móvil en América Latina supuso, ya a finales de 2001, duplicar el número de líneas telefónicas en la región.

El impacto macroeconómico más destacado de esta mayor difusión de las nuevas tecnologías se hará notar cuando éstas transformen los procedimientos a través de los que se realizan las transacciones. Entretanto, la evidencia disponible apunta a que, aunque el crecimiento en el uso de Internet va más lento de lo previsto a final de los noventa, está lejos de detenerse. Eso sí, es mucho más silencioso que hace unos años.

Carmen Hernansanz es economista-jefe de Banca, Sistema Financiero y Nueva Economía del Servicio de Estudios del BBVA.

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