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Entrevista:CLAUDE LANZMANN | Cineasta

"Tras el holocausto, los judíos decidieron combatir"

Claude Lanzmann (París, 1925), cineasta y director de la revista Les Temps Modernes, que fundaron Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, es el autor de Shoah (Holocausto), una película de nueve horas y media de duración tejida a partir de los testimonios de los campos de concentración nazis, estrenada en 1985 después de 11 años de trabajo, y de otros dos largometrajes -Un vivant qui passe (1997) y Sobibor, 14 octobre, 16 heures (2001)- dedicados también al tema del holocausto. "Mis películas no son documentales", afirma con vehemencia. "Salen de las categorías: ni son ficción ni son documental. Es cine verdadero, con un trabajo constante de creación". El Museo de Bellas Artes de Bilbao, con la colaboración del Instituto Francés, le dedica un ciclo que finalizará el 28 de diciembre.

Lanzmann se muestra orgulloso de haber conseguido la libertad de filmar películas como ha querido, guiado, dice, "por sus reglas interiores" y apoyado incluso por humildes donaciones. La trilogía dedicada al holocausto es vista por su autor como una obra unitaria, y no duda sobre el efecto que han tenido sobre los espectadores. "Hay un antes y un después de Shoah. Uno no sale del cine como entró [la película ha sumado más de 70 millones de espectadores]. Es una experiencia física, que se grava en el vientre y en la conciencia, no se puede sentir ajeno. No es un espectáculo, se siente la energía que yo puse en ella".

Lanzmann lamenta que en España se "relacione el holocausto con los problemas actuales de Israel". La dura lección de la muerte de millones de inocentes bajo el horror nazi ha sido también aprendida, en su opinión, por los ciudadanos de Israel. "Son supervivientes. Los judíos decidieron combatir y no dejarse matar".

Lanzmann ha criticado con dureza las películas de ficción que en los últimos años se han acercado al tema del holocausto, como La vida es bella o La lista de Schindler. "Spielberg no reflexionó al mismo tiempo sobre el cine y la shoah; sólo ilustró el holocausto". Su trabajo recogiendo los testimonios directos de las víctimas del horror, en cambio, le merece el calificativo de "resurrección y reencarnación de los judíos muertos".

Lanzmann endurece la voz al opinar sobre el libro La industria del holocausto, del escritor neoyorkino Norman G. Finkelstein, que denuncia la explotación del genocidio para lograr apoyos económicos y justificar la política de Israel. "Es una vergüenza. Ese hombre habla desde el odio a Israel. No se puede hablar así de una industria del holocausto: fue el hecho más importante de la historia del siglo XX".

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