Jon Mikel Euba y Pepo Salazar reflexionan en sendas exposiciones en Vitoria sobre la realidad más cercana
Dos ganadores del Premio Gure Artea 2002 han presentado en estos días sus últimos trabajos en Vitoria: Jon Mikel Euba (Amorebieta, 1967), en el Artium; Pepo Salazar (Vitoria,1972) en la galería Trayecto. Exposiciones que ofrecen el quehacer de dos creadores que integran la reflexión sobre lo que acontece (Euba) y sobre el ser del propio artista (Salazar).
Eso sí, que nadie busque evidencias, propaganda o demagogia en uno u otro trabajo. La reflexión, la ironía, la sugerencia de mensajes, la complejidad, en fin, es característica común de ambos trabajos. Sin eludir el rechazo a la violencia y a la muerte sin sentido (Euba) o a la comercialización de la vida humana en en todos sus aspectos (Salazar), las dos exposiciones trascienden el mero discurso teórico.
K. Y. D. Kill'em all es el título de la exposición de Euba, una coproducción de Artium y la Fundación Antoni Tápies que estará en el museo vitoriano hasta el próximo 9 de febrero. Son tres vídeos llenos de referencias cinematográficas y dos grandes fotografías (Buruz bera y Gora). Esta última, por cierto, va a ser adquiridad por el centro de arte para su colección.
Los vídeos reflejan los nuevos caminos por los que se aventura el creador vizcaíno. Por un lado, la apuesta por lenguajes tecnológicos como el vídeo y la manipulación de la imagen; por otro, el tratamiento de contenidos cercanos. "Después de mi estancia en Nueva York, comprobé que, aunque he nacido y crecido con la cultura norteamericana, me sentía ajeno a ese mundo; tenía que trabajar con mi propia realidad", explica Euba. Esta conclusión se vio confirmada con la lectura y el estudio de la obra de directores franceses como Godard y Renoir. Su influencia se percibe en esos vídeos que reflejan con frialdad la muerte violenta de sus amigos.
Por su parte, Pepo Salazar ofrece en la galería Trayecto 18591372-N, un gran mural rosa fosforescente, en el que el artista se desnuda al ofrecer al público todos esos números que definen al ser humano contemporáneo. Esta imagen pornográfica se completa con el vídeo de una acción vandálica, el ataque con extintores de ese mural en el que desaparecen la obra, el espacio y, casi, el propio artista. En fin, Pepo Salazar ironiza sobre ese mundo del arte también infectado por el culto al dinero que recorre la sociedad actual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.