Fiat cierra en falso su crisis interna y confirma a Paolo Fresco como presidente del grupo

Tres días de turbulenta batalla por el control directivo del Grupo Fiat se resolvieron ayer con la aparente derrota del sector liderado por una parte de la familia Agnelli, principales accionistas de la firma de Turín. El consejo de administración decidió mantener en su cargo de presidente a Paolo Fresco, contra el que había partido la ofensiva de Umberto Agnelli y el banco de negocios Mediobanca, el pasado lunes. La única novedad de la reunión fue la elección del consejero delegado, Alessandro Barberis, hasta ahora director del grupo, el hombre que ha representado a Fiat en las negociaciones con el Gobierno y los sindicatos para aplicar el plan de reestructuración.

En realidad, el consejo de administración extraordinario no decidió nada. A medianoche del jueves se sabía ya que el golpe contra Fresco y contra los poderes que le sostienen había fracasado y que el americano, que cumplirá en julio 70 años, continuará al frente de Fiat al menos unos meses más. También se adelantó el nombre de Barberis como nuevo hombre fuerte del grupo, encargado de relanzar el plan de reestructuración que incluye el despido de más de 8.000 trabajadores. La confirmación de todo esto llegó a primera hora de la tarde de ayer, al término del consejo, en el que fue elegido como vicepresidente de Fiat el abogado Franzo Grande Stevens, abogado personal de Giovanni Agnelli. Fresco se felicitó por la elección de Barberis, "creó que es la persona mejor para el cargo. Dará nueva fuera al relanzamiento de Fiat", dijo el recién confirmado presidente. La Bolsa de Milán no pareció tan convencida de esteo y los títulos de la casa de Turín perdieron al término de la jornada bursátil el 3,25%.

Los sindicatos acogieron las noticias con indiferencia. Para los representantes de los trabajadores, es el plan de reestructuración de Fiat el que hay que cambiar, con independencia de los cambios en la cúpula directiva. Desde que el Gobierno dio luz verde al mismo, y se pusieron en marcha los despidos provisionales (durarán al menos un año, en tanto se recupera el mercado del automóvil), el lunes pasado, se han sucedido las huelgas parciales en las fábricas, las manifestaciones y las protestas.

Las teorías para explicar el extraño desarrollo de una crisis de poder que ha nacido y ha concluido en el secreto de impenetrables despachos en Turín, Milán y Roma, variaban ayer, según los distintos medios de comunicación. Mientras el diario romano La Repubblica atribuía la victoria a los principales bancos acreedores de Fiat (IntesaBci, San Paolo-Imi, Capitalia y Unicredito), el Corriere della Sera, (controlado por Hdp con una presencia de Fiat superior al 10% de capital) aseguraba que han sido las diferencias en el seno de la familia Agnelli las que han determinado el "frenazo" en el relevo de Fresco.