Imputados 111 delitos al clan de 'El Filete', que desvalijaba gasolineras

El historial delictivo de la llamada banda de El Filete, especializada en el asalto de gasolineras durante la madrugada, es largo: un total de 111 delitos (entre robos, tentativas y daños) son los que imputa la policía a este grupo, que fue desarticulado entre el jueves y el viernes pasados. Los investigadores han arrestado a 17 jóvenes, entre ellos siete menores, a los que acusa de asaltos a estaciones de servicio, hoteles y concesionarios de coches, según la Jefatura Superior de Policía. Al frente de todos ellos, estaba José Ignacio Aguilar Rodríguez, El Filete, de 21 años, con 15 antecedentes por robos y cinco reclamaciones judiciales.

Además de las gasolineras, la policía le ha imputado robos en establecimientos de ropa, de prendas deportivas, telefonía móvil, joyerías y agencias de viajes. El jefe de la banda sabía que era perseguido por la policía, por lo que tomaba muchas medidas de seguridad, como cambiar de domicilio y renovar a su personal de confianza. A veces quemaban los vehículos que habían utilizado para eliminar las huellas y dificultar su identificación.

La detención de El Filete se produjo el jueves en el número 16 de la calle de Miguel Hernández, de Alcalá de Henares, donde estaba con dos menores y con Vanesa S. J., de 18 años. La policía halló allí una pistola, pasamontañas, guantes y una maza con la que reventaban las gasolineras.

La policía efectuó cuatro registros más en la avenida de Vinateros, 134 (Moratalaz); Francisco Ronquillo, 5 (Latina), y Humanes, 39 (Puente de Vallecas), y en San Sebastián de los Reyes, donde recuperó abundantes joyas y relojes procedentes de robos, ropa de marca, artículos de peletería y alta cosmética, además de varios teléfonos móviles. Entre los detenidos también se encuentra Julio G. S., de 20 años, uno de los cabecillas, que fue arrestado en Moratalaz en un control rutinario.

La policía destacó ayer "el uso innecesario de la violencia" que utilizaban en sus robos y mientras huían de los establecimientos asaltados, lo que implicaba un grave riesgo para sus víctimas y los otros conductores.