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OPINIÓN DEL LECTOR
Columna
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Nuevo converso...

El ex consejero de Educación, Fernando Villalonga, -que parece querer desmarcarse de la burrera ideológica de sus correligionarios del Partido Popular (PP) de la Comunidad Valenciana-, ha hecho unas recientes declaraciones en las que reconoce -y da a entender que está arrepentido- de que la deshomologación de los textos lingüísticos, que firmó siendo él consejero de Cultura, Educación y Ciencia, fueron una medida equivocada y lamentable. Medida -que él mismo califica de "mancha"- y ahora se presenta como un nuevo converso a la unidad de la lengua.

Más vale tarde que nunca, pese a que habría que explicar quién compensará y cómo al profesorado afectado por los daños derivados de aquella mancha. Olvida, sin embargo el ex consejero de Cultura, Educación y Ciencia otra mancha no de menor dimensiones y nefastas consecuencias, como fue la expulsión de la función inspectora educativa de un puñado de profesionales que habían ganado, merecidamente, un concurso de méritos para acceder a la inspección.

Esto también lo hizo el señor Villalonga aplicando -de manera sectaria- una sentencia judicial que dejaba muy clara la responsabilidad de la Administración anterior, pero culpabilizaba a los funcionarios.

Y lo hizo -la expulsión de los directores y directoras de Educación- con entusiasmo y diligencia, porque su delito -el de los funcionarios- era haber accedido a la función inspectora educativa en la "época de los socialistas".

Aquel tour de force ideologizado hizo un daño irreparable a las personas afectadas, pero aún hizo más daño al sistema educativo valenciano, que se quedó sin unos profesionales altamente cualificados que, aún hoy, se echan a faltar.

Y puesto que ya son dos las manchas y de gran tamaño, puede ser que el señor Villalonga lleve el traje de demócrata a la tintorería. O, mejor aún, con él mismo dentro del traje, para que también lo limpien a él, una vez puestos.

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