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DESTINOS EN AUGE | EL VIAJERO HABITUAL

Costa Rica, selva y volcanes

Isidoro Merino

COCODRILOS, ríos de lava y árboles gigantescos poblados por monos y aves multicolores como el tucán o el mítico quetzal. En un entorno caribeño donde la palabra turismo es sinónimo de sol y playa, Costa Rica ha desarrollado una oferta diferenciada que se apoya en la observación de la fauna y los bosques tropicales, y en sus volcanes y parques naturales, sin renunciar por ello a una estancia tranquila en las playas del Caribe o el Pacífico.

Sus atractivos son enormes: con una extensión similar a la de Aragón -51.000 kilómetros cuadrados- y cuatro millones de habitantes, Costa Rica alberga un 6% de las especies del planeta. Viajar por este pequeño país centroamericano permite atravesar hasta ocho tipos de climas diferentes -desde el tropical húmedo al seco de altura- y conocer 12 de los 19 biótopos que existen. A esto hay que sumar su buena infraestructura turística y su estabilidad política y social, que le han valido una reputación de oasis de paz entre vecinos más turbulentos. Su reconocimiento como destino turístico de primer orden le llegó este año de la mano de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que eligió a Costa Rica como sede de las celebraciones oficiales del Día Mundial del Turismo, articuladas en torno al desarrollo sostenible. En el año 2001 recibió 1,1 millones de turistas que generaron ingresos por valor de 1.200 millones de euros, lo que le sitúa a la cabeza en la región, con un 25% del total de visitantes y una tasa anual de crecimiento del 4%, la mayor de todo el continente.

- Las principales mayoristas incluyen viajes a Costa Rica en sus folletos. Un combinado básico de nueve días (siete noches) cuesta en torno a 1.500 euros. En agencias.

Cuéntenos su viaje a sus destinos favoritos, en 25 líneas y con alguna fotografía. EL PAÍS (El Viajero). Miguel Yuste, 40. 28037 Madrid. Los autores de las cartas publicadas recibirán un lote de libros de El País-Aguilar.

COCODRILOS, ríos de lava y árboles gigantescos poblados por monos y aves multicolores como el tucán o el mítico quetzal. En un entorno caribeño donde la palabra turismo es sinónimo de sol y playa, Costa Rica ha desarrollado una oferta diferenciada que se apoya en la observación de la fauna y los bosques tropicales, y en sus volcanes y parques naturales, sin renunciar por ello a una estancia tranquila en las playas del Caribe o el Pacífico.

Sus atractivos son enormes: con una extensión similar a la de Aragón -51.000 kilómetros cuadrados- y cuatro millones de habitantes, Costa Rica alberga un 6% de las especies del planeta. Viajar por este pequeño país centroamericano permite atravesar hasta ocho tipos de climas diferentes -desde el tropical húmedo al seco de altura- y conocer 12 de los 19 biótopos que existen. A esto hay que sumar su buena infraestructura turística y su estabilidad política y social, que le han valido una reputación de oasis de paz entre vecinos más turbulentos. Su reconocimiento como destino turístico de primer orden le llegó este año de la mano de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que eligió a Costa Rica como sede de las celebraciones oficiales del Día Mundial del Turismo, articuladas en torno al desarrollo sostenible. En el año 2001 recibió 1,1 millones de turistas que generaron ingresos por valor de 1.200 millones de euros, lo que le sitúa a la cabeza en la región, con un 25% del total de visitantes y una tasa anual de crecimiento del 4%, la mayor de todo el continente.

- Las principales mayoristas incluyen viajes a Costa Rica en sus folletos. Un combinado básico de nueve días (siete noches) cuesta en torno a 1.500 euros. En agencias.

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Sobre la firma

Isidoro Merino
Redactor del diario EL PAÍS especializado en viajes y turismo. Ha desarrollado casi toda su carrera en el suplemento El Viajero. Antes colaboró como fotógrafo y redactor en Tentaciones, Diario 16, Cambio 16 y diversas revistas de viaje. Autor del libro Mil maneras estúpidas de morir por culpa de un animal (Planeta) y del blog El viajero astuto.

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