El todoterreno electrónico

Todos los recursos de los todoterrenos clásicos, con un planteamiento más refinado que se aprecia en la línea y el interior. Y además, las últimas ayudas electrónicas para potenciar las aptitudes 4×4 y el confort y la manejabilidad en carretera. El nuevo Land Cruiser, la última generación del todoterreno más emblemático de Toyota, mantiene su concepción de 4×4 puro para afrontar los trabajos más duros fuera del asfalto, pero estrena una serie de avances que mejoran sus cualidades dinámicas en todos los terrenos.

El Land Cruiser llegará a España en enero y en principio sólo estará disponible con el motor 3.0 D4-D turbodiésel de 163 CV y un precio a partir de 30.875 euros en carrocería tres puertas y desde 33.950 euros en la de cinco puertas. La primera mide 4,4 metros de largo y tiene cinco plazas, y la otra sube a 4,8 metros y ofrece siete asientos. Además, la gama se completará en marzo con un motor 4.0 V6 de gasolina y 250 CV.

Base clásica y mucha electrónica

El todoterreno japonés mantiene el chasis de los 4×4 puros: carrocería apoyada en dos robustas vigas, eje rígido trasero y reductora. Y aplica la electrónica para ampliar más aún sus atributos fuera del asfalto y superar las limitaciones que supone esta configuración clásica en carretera. Todas las versiones incluyen de serie control de estabilidad VSC y tracción variable A-TRAC, que se completan con los diferenciales central y trasero para repartir la potencia y permitir que el coche avance incluso cuando sólo tiene agarre una de las cuatro ruedas. Pero Toyota añade además otros dispositivos opcionales para facilitar el ascenso (HAC) y descenso de pendientes fuertes (DAC), unas suspensiones adaptativas regulables en dureza (TEMS) e incluso un eje trasero de altura variable. Y todo esto aporta unas aptitudes 4×4 reseñables: supera inclinaciones de 42 grados y puede vadear cauces de 70 centímetros de profundidad.

Inspirado en el RAV-4

El nuevo Land Cruiser presenta también un diseño más cuidado y adopta un estilo similar al del Rav-4, el 4×4 ligero de Toyota. Por fuera, las formas redondeadas aligeran la figura, mejoran la aerodinámica y aportan un aspecto más expresivo y refinado. Y el interior ofrece una mayor calidad visual, con un salpicadero moderno y bien rematado y un ambiente acogedor. Además, la gama se beneficia de unos equipamientos más completos: hasta seis airbags, ABS, climatizador, navegador con DVD, asientos eléctricos...