Hacia la recta final

El ensayista cubano Rafael Rojas, que ha vivido esta feria sacudido y perplejo, vapuleado por las acusaciones que le endilgó la delegación cubana (a través de su hermano) de servir a los intereses estadounidenses, resumió ayer de forma diáfana lo verdaderamente importante: "Todo este barullo que se ha producido en torno a las presentaciones de Letras Libres y Encuentro ha sido lo más superficial de la feria. Por debajo, lo importante ha ocurrido en los pasillos, en los debates, en las presentaciones de libros". Y es verdad, a Guadalajara parece que la Feria Internacional del Libro le pone las pilas.

Están, por lo pronto, los más jóvenes. Colas y colas de adolescentes (y de niños) han invadido estos días los pabellones con un manifiesto entusiasmo. El caso es que en todo lugar, y armados de sus cuadernos y sus lápices, han ido tomando nota de las excelencias de Juan José Arreola, de los retos de Rigoberta Menchú, del lío de los cubanos, que unos están fuera y que otros están dentro, y de otro sinfín de asuntos. Y han disfrutado, seguro, del ambiente. El casi permanente, y cálido, sonido de la música cubana y todo el berenjenal de propuestas que realizan las casas editoriales para llamar la atención, que van desde las azafatas ataviadas con minúsculas minifaldas, pasando por los actores que se disfrazan de personajes de novela, hasta llegar a algunos que vocean sus productos, sobre todo en el área tecnológica.

Compay Segundo

Por el lado cubano, cuya delegación ha hecho un esfuerzo titánico para llenar la ciudad de propuestas, ahí han estado Omara Portuondo, Compay Segundo, Elíades Ochoa, Silvio Rodríguez, el Ballet Tropicana, el Ballet de Alicia Alonso y otro sinfín de artistas para dar brillo a su participación. Eusebio Leal ha sido otra de sus estrellas, como responsable de la restauración de La Habana vieja. Los escritores de la isla, en cambio, dentro de la bulla (que es mucha), han permanecido en un segundo plano, aunque diferentes mesas redondas y presentaciones de libros han permitido saber de sus preocupaciones y desafíos. Y no hay que olvidar los homenajes a grandes figuras de su literatura.

También ha despertado mucho interés la presencia de escritores españoles, como Rosa Regàs, Rosa Montero, José Manuel Fajardo o Arturo Pérez Reverte, que el miércoles tuvo un multitudinario encuentro con sus jóvenes lectores. La Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE) también se ha movido intensamente para dar a conocer sus propuestas para una sociedad en la que este tipo de publicaciones gozan de gran prestigio. Una editorial española, por otro lado, recibió uno de los premios a los mejores diseños de stands, el más importante de los cuales (la categoría platino) recayó en el Grupo Santillana por "su creatividad".