Ninguna empresa está interesada en hacer un centro de ocio en el antiguo matadero

El gran complejo de ocio y cultura que el Ayuntamiento prevé ubicar en las naves del viejo matadero de Legazpi tendrá que esperar. Ninguna empresa se ha presentado al concurso que fue convocado en julio pasado por el gobierno municipal para prolongar hasta la ribera del Manzanares el eje cultural del paseo del Prado. Un proyecto que supondrá una inversión de 124 millones de euros. Por ello, Urbanismo va a declarar desierto el concurso. Al tiempo, el edil de Movilidad, Sigfrido Herráez, ha propuesto que se instale en parte de los terrenos un nuevo depósito de la grúa.

De escenario de película a almacén de vehículos retirados por estar mal aparcados. Esas podrían ser, como en una elipsis cinematográfica, las imágenes que resuman la situación en la que se encuentra uno de los recintos de la ciudad más representativos de la arquitectura industrial de principios del siglo XX: las naves del viejo matadero de Legazpi que jalonan el tramo de la ribera del Manzanares comprendido entre el puente de Praga y el puente de la Princesa. La concejalía de Vivienda y Rehabilitación Urbana ha concedido los últimos meses permisos para el rodaje de 80 películas en ese entorno, entre ellas El embrujo de Shanghai, dirigida por Fernando Trueba y estrenada la primavera pasada.

Pero ahora Sigfrido Herraéz, responsable de esa concejalía y de Movilidad Urbana, ha propuesto a la tercera teniente de alcalde, María Tardón, que se habilite una parte de los terrenos para depósito provisional de los coches retirados por le empresa Emitra, gestora de la grúa, por estar mal aparcados. Se trataría, según explicaba Herráez el pasado martes de una situación temporal para resolver la saturación de vehículos que sufren los actuales depósitos de la grúa.

El proyecto de Herráez tiene ahora más posibilidades de salir adelante ante la falta de licitadores interesados en el plan del Ayuntamiento para montar en las naves del matadero, de estilo neomudéjar, un complejo en el que se alternarían centros culturales, como el Museo de la Arquitectura, con salas de cine, galerías de artes, restaurantes y teatros. La inversión para adecuar ese espacio cultural costará 124 millones de euros (20.000 millones de pesetas), según estimaciones municipales. El inmenso complejo abarcaría 85.000 metros cuadrados, de los que el 60% se destinarían, según las bases del concurso, a zonas de ocio, y el 40% restante a espacios culturales. Un reparto rechazado por IU y PSOE, favorables a que primen las dotaciones culturales.

La propuesta de Herraiz está siendo estudiada, según el edil, por los responsables municipales y de Emitra, ya que esta empresa tendría que abonar un alquiler al Ayuntamiento por el suelo ocupado.

Salida a la M-30

Se trataría, en concreto, de la explanada que hay entre las cuatro naves alineadas frente al río y el muro que separa el recinto de la M-30. Esa explanada está comunicada con la antigua zona de aparcamiento del matadero. Aún subsiste la pintura que delimitaba las plazas para cada coche en una zona asfaltada situada frente a la garita que controlaba los accesos, actualmente en muy mal estado. "En conjunto, habría cabida para unos 400 vehículos, es fácil de habilitar y tiene la ventaja de que se encuentra en una zona muy accesible para que los conductores vayan a recoger sus vehículos. Hay metro, varios autobuses y conexión directa con la M-30", dice Herraéz.

La idea de montar un depósito de la grúa en ese recinto choca frontalmente con la apuesta del Ayuntamiento de aprovechar las peculiaridades arquitectónicas del viejo matadero para dotar a Madrid de un espacio único que prolongaría hacia el sur el eje cultural de la milla de oro del arte, como se conoce al tramo en el que se ubican el Museo del Prado, la colección Thyssen-Bornemisza y el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía.

Hasta ahora se había planteado la posibilidad de que el actual gobierno municipal, que será renovado en las elecciones de mayo de 2003, pospusiera el fallo del concurso para no condicionar al nuevo ejecutivo en un proyecto de tanta envergadura. Pero el primer punto de la comisión de Urbanismo, prevista para el próximo martes, será precisamente declarar "desierto [el concurso] por falta de licitadores para la concesión administrativa, rehabilitación, adecuación y gestión" de determinados edificios del antiguo matadero.

Ese desinterés de las empresas en el proyecto muestra, según IU, el fracaso de la gestión realizada por Ignacio del Río, edil de Urbanismo. "Del Río pidió el consenso de la oposición, pero no fue capaz de sacar un proyecto con criterios unánimes. Hay claras discrepancias. En esa situación, el sector privado no se vincula al proyecto porque, de alguna forma, no se sabe quién va a gobernar esta ciudad" después de las elecciones de mayo próximo, explica Justo Calcerrada, de IU. Matilde Fernández (PSOE) considera que la ausencia de "licitadores muestra que el proyecto está mal definido".