Capturados en las calles de Las Palmas 223 subsaharianos que se lanzaron desde un barco

El carguero Noé, procedente de Dakar (Senegal) y con destino final El Pireo (Grecia), atracó a las diez de la mañana de ayer en el puerto de Las Palmas. A las dos de la tarde, los marineros de una falúa que se hallaba en las proximidades alertaron a la policía de que estaban descendiendo a tierra decenas de subsaharianos. Los agentes pusieron en marcha una operación jaula, similar a las activadas en la lucha antiterrorista. Tras una espectacular persecución que incluyó las calles de la ciudad, lograron detener a 223 inmigrantes.

El Noé, de 52,10 metros de eslora, 9,6 de manga y capacidad de carga hasta 687 toneladas, tiene bandera y matrícula de Honduras. La consignataria grancanaria que comunicó su llegada, J. A. Arocha, señaló como razón del atraque "avituallamiento hasta el día 9", en su ruta hacia el puerto griego de El Pireo. El barco ya había estado en el Puerto de la Luz y Las Palmas el pasado 15 de octubre, según informó el portavoz de la Autoridad Portuaria, Manuel Vidal.

A primeras horas de la tarde, los marineros de una falúa llamada Tindana, que se hallaban en las proximidades, observaron cómo descendían del carguero decenas de subsaharianos y avisaron al centro del control del puerto y a la policía de fronteras. "Nadie se esperaba esto. Es algo que aquí no se había visto en la vida", declaró a Efe Yeray García, un empleado del servicio de limpieza.

En pocos minutos, la Policía Nacional desplegó una operación jaula, para evitar la fuga de los inmigrantes irregulares. Los agentes bloquearon todas las salidas del puerto a la ciudad desde la base militar, El Cebadal, La Isleta y la zona de acceso directo al Parque de Santa Catalina, donde suelen concentrarse los inmigrantes.

Despliegue policial

Decenas de vehículos policiales tomaron el puerto y las calles adyacentes, con un estrépito de sirenas que se oyó en casi toda la ciudad. Cruz Roja trasladó al muelle una ambulancia y una zodiac, por si había que rescatar a los que saltaban al agua para evitar ser detenidos.

A medida que los agentes conseguían aprehenderlos, los subsaharianos eran introducidos en furgonetas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil. También, en vehículos de patrulla tipo zeta e, incluso, en un autobús que tuvo que realizar varios traslados. Salvo tres inmigrantes, que presentaban problemas de salud e ingresaron en un hospital, todos los demás fueron trasladados de nuevo al barco y, desde allí, conducidos a la Jefatura Superior de Policía. Todos los detenidos son hombres, y se desconoce si hay algún menor de edad entre ellos.

Al subir al carguero, cuyo aspecto no era excesivamente descuidado, según un portavoz de la Delegación del Gobierno, la policía encontró a la mayoría de los inmigrantes en la bodega. Según el delegado del Gobierno, Antonio López, el estado de salud de la mayoría de los pasajeros "no era malo". Sin embargo, los médicos de Cruz Roja que los atendieron dijeron que su salud era "muy delicada, estaban muy cansados y tenían mucha hambre". Fuentes de la ONG afirmaron que entre ellos había gente de Gambia, Costa de Marfil, Liberia, Ghana, Camerún, Malí y Senegal. "Todos coincidieron en que la travesía de dos semanas desde Dakar había sido muy dura", declaró un portavoz de Cruz Roja.

Los diez miembros de la tripulación y el capitán, éste último de nacionalidad ghanesa, pasaron a disposición judicial, acusados de un presunto delito de tráfico ilegal de personas. López señaló que, a pesar de la celeridad policial, "es posible" que se haya podido fugar algún inmigrante más, por lo que la policía permanece en alerta.

La de ayer es la llegada masiva de inmigrantes indocumentados más importante registrada en Canarias. La segunda sucedió en marzo de 1999, cuando atracó en Santa Cruz de Tenerife el pesquero Ashva, con 108 subsaharianos.

Fuentes oficiales confirmaron que los detenidos serán enviados a los dos centros de retención de inmigrantes de Fuerteventura, el instalado en el antiguo cuartel de la Legión y la antigua terminal del aeropuerto. De estas instalaciones habían salido ayer por la mañana otros 55 subsaharianos, que fueron trasladados en un ferry a Las Palmas para ser internados en el centro de Barranco Seco.

La Delegación del Gobierno espera esclarecer más detalles de la travesía y del barco durante los interrogatorios que se prolongarán a lo largo de los próximos días en la Jefatura Superior de Policía.