Desajustes
El BCE recitó de memoria el papel que le había asignado la coyuntura y los mercados de valores se quedaron en blanco, pues no hubo aportación alguna por parte de las autoridades monetarias a un libreto conocido de todos.
El factor sorpresa podía estar en una visión diferente de la situación económica, por exceso o por defecto, de los responsables del BCE, lo cual habría dado margen a los inversores para ajustar posiciones, pero todo el mundo parece estar de acuerdo en que las cosas están muy mal y que no se puede esperar del BCE una decisión que vaya más allá del medio punto, que ya es mucho.
Los mercados de valores europeos, que habían abierto al alza, fueron perdiendo fuerza cuando los inversores constataron la rigidez de los planteamientos de las autoridades monetarias, que se limitan a advertir de los riesgos que existen para el crecimiento económico, al tiempo que mantienen en el 4,5% el nivel de referencia de la masa monetaria, M3, cuando en la actualidad está en el 7%.
El Ibex 35 perdió el 1,34% en esta jornada y el índice general de la Bolsa de Madrid el 0,94%, con lo que en el conjunto de la semana bajan el 3,89% y el 3,16%, respectivamente. Con estos descensos se pone fin a una serie de tres semanas consecutivas al alza y se abren una serie de incógnitas que sólo la capacidad de reacción de la Bolsa estadounidense parece capaz de resolver.
París bajó el 1,31% y Francfort el 2,89%, mientras que la Bolsa de Londres reaccionaba con más moderación a la repetición de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra y sólo cedía el 0,40%.
La contratación en el Mercado Continuo subió hasta los 1.762,46 millones de euros, con el 46% concentrado en tres valores.
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