La UE crea un 'cielo único', pero sin suprimir las fronteras nacionales en el espacio aéreo
Los ministros de Transporte duplican las indemnizaciones a los viajeros por 'overbooking'
Los ministros de Transportes de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo para la creación en 2004 de un cielo único europeo, pero muy aguado respecto a la ambiciosa propuesta de la Comisión Europea. Las fronteras nacionales que dividen en la actualidad el espacio aéreo comunitario seguirán vigentes y los países podrán mantener a sus reguladores encargados de la gestión del tráfico. Los Quince también han aprobado duplicar las indemnizaciones a los viajeros por overbooking, pero rebajando considerablemente la propuesta de Bruselas.
"El proyecto de crear un cielo único se ha aguado", lamentó ayer una fuente diplomática que participó en la negociación, aunque añadió que lo acordado "puede servir de base para seguir trabajando en el futuro". La comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, planteó a los Estados la necesidad de desmantelar las fronteras en el espacio aéreo europeo, como se ha hecho en tierra tras la creación del mercado único y la moneda única. Pero de momento no será posible.
"Aquí se mantienen muchísimas competencias nacionales", explicó el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos. "Pero estábamos ante una situación de parálisis y de imposible avance", añadió. Los Estados miembros no sólo podrán preservar sus fronteras, sino que otras propuestas, como la liberalización de la provisión de servicios, se quedan como están hoy. Esto significa que AENA seguirá operando como única compañía en los aeropuertos españoles.
La presidencia danesa en la UE y la Comisión Europea consideran que el objetivo de "aproximarnos" a un espacio aéreo sin fronteras "está ahora mucho más cerca". En este sentido, Cascos calificó el acuerdo de "satisfactorio". "Pero todavía hay países que temen que esto pueda comportar aspectos que rocen su soberanía, no es el caso de España", añadió el ministro.
De momento, lo que se va a conseguir es un uso más "flexible" del espacio aéreo europeo mejorando la aplicación de las reglas de Eurocontrol y gracias a una mayor coordinación entre los controladores europeos, que sin duda ayudará a optimizar la utilización de los corredores aéreos, reducir los tiempos de vuelos y ahorrar combustible.
Los Quince también aprobaron ayer definitivamente el nuevo sistema de indemnizaciones por denegación de embarque, una práctica comercial que realizan con frecuencia las compañías aéreas para garantizar la cobertura de las plazas en sus aviones, que se conoce como overbooking y que afecta a uno de cada 1.000 pasajeros. Pero de nuevo muy descafeinada. Los viajeros que sufran este tipo de abusos podrán exigir una compensación de 250 euros en los vuelos inferiores a los 1.500 kilómetros, una intermedia de 400 euros y una máxima de 600 euros en los viajes superiores a los 3.500 kilómetros.
El acuerdo de ayer conllevará en la práctica que se dupliquen las compensaciones existentes hoy. La comisaria De Palacio propuso multiplicar por cinco estas compensaciones. Pero el Consejo de Ministros optó por la fórmula planteada por el Parlamento Europeo, porque los Quince consideran que el riesgo que se corría imponiendo una penalización tan alta es que repercutiera al alza en el precio del billete.
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