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El Estado intenta salvar a France Télécom con un crédito de 9.000 millones

La deuda de la operadora asciende a 70.000 millones, de los que 15.000 vencen a corto plazo

Thierry Breton, el presidente-director general de France Télécom (FT), hará público esta mañana "su dinámica, que no plan" para reflotar el antiguo monopolio de telecomunicaciones francés. La deuda de FT ronda los 70.000 millones de euros, 15.000 de los cuales tienen que ser abonados antes de que acabe el primer semestre de 2003. El Estado, que conserva el 56,4% del capital, aportaría su ayuda a través de un EPIC (Establecimiento Público de carácter Industrial y Comercial), cifrada en 9.000 millones, una iniciativa que puede plantear problemas ante Bruselas.

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La aprobación por parte de la Comisión Europea es clave, máxime cuando el ministro francés de Economía y Finanzas, Francis Mer, ha sugerido la "necesidad de una ampliación de capital en el futuro y de la que el Estado sería garante". Thierry Breton, que en la noche de ayer informó a última hora de sus proyectos en búsqueda de la aprobación del Consejo de Administración, fue nombrado al frente de France Télécom el pasado 2 de octubre.

En su carrera como empresario del sector público especializado en salvar empresas ha repetido en varias oportunidades la misma fórmula: inyección de dinero público -11.000 millones de francos cuando estuvo en Bull, una cantidad idéntica a partir de 1997 y su paso por Thomson Multimedia, tal y como recuerda maliciosamente el semanario Le Canard Enchaîné- acompañada de un plan de ahorro y una reestructuración de la plantilla.

Ajuste de empleo

En esta oportunidad Breton dice "estar interesado en preservar al máximo el perímetro del grupo France Télécom y del empleo de quienes son sus fuerzas vivas". Una reciente huelga del sector público francés fue secundada entre un 45% y un 60% de los trabajadores de FT y eso hizo que, a continuación, Breton se reuniese con los sindicatos para asegurarles que "los trabajadores en modo alguno eran responsables del endeudamiento de la empresa".

En ese sentido Breton parece haber renunciado a una reestructuración brutal de la empresa, con reducciones de plantilla de 20.000 empleados entre 2003 y 2006, pero mediante prejubilaciones y bajas vegetativas.

Respecto al plan de austeridad propugnado por Breton, se sabe que consiste tanto en un esfuerzo voluntarista por movilizar a los trabajadores -todos los cuadros son convocados a ofrecer horas suplementarias gratis- en una estrategia que los sindicatos, medio en broma medio en serio, han calificado "de maoísta porque equivale a enviar los intelectuales al campo", como en congelar de manera importante las inversiones, reduciéndolas entre un 20% y un 40%. El sector de telefonía móvil de FT, que funciona bajo el nombre de Orange y con mucha autonomía, debiera perder gran parte de su libertad y su gestión asumir las exigencias de austeridad propias de todo el grupo.

Las enormes deudas de France Télécom son hijas de una estrategia avalada por sucesivos ministros de Economía, Comercio y Tecnología, que dieron el visto bueno a la participación de la operadora en las ruinosas subastas de telefonía de la llamada tercera generación o UMTS, que concilian la voz, la imagen e Internet. Las inversiones de la compañía en Alemania, por ejemplo, han sido catastróficas y ahora, a costa de pagar 7.000 millones de euros, FT ha logrado deshacerse del compromiso que tenía con el operador alemán Mobilcom, sociedad que cree poder evitar la suspensión de pagos poniendo en la calle a 5.000 personas.

En Alemania las licencias UMTS aportaron al Estado nada menos que 50.000 millones de euros, un montante al que sólo se aproximó Gran Bretaña (38.500 millones) y que ya fue muy inferior en Francia, cuando hubo que dividir por tres los 15.000 millones que se reclaman para tan sólo tener derecho a participar en la subasta de las concesiones.

A parte de salir del avispero alemán, Breton no parece interesado, al menos en un momento como el actual, de morosidad bursátil, por deshacerse de ningún otro activo de France Télécom.

Oscilaciones en Bolsa

La Bolsa de París puede servir de indicador de la acogida de la gestión de Breton. De momento el presidente ejecutivo puede vanagloriarse de haber logrado, en tan sólo dos meses, devolverle a la acción el 120% de su valor respecto a cuando él desembarcó en FT.

Es un espejismo: su predecesor al frente de la empresa, Michel Bon, se marchó dejando la acción en un mínimo histórico de 6,94 euros y ahora los títulos de FT se cotizan a 16,75 euros. Ese gran aumento no acerca la acción de la empresa, ni mucho menos, a otro espejismo, el de marzo del año 2000, cuando valía nada menos que 219 euros.

En España, France Télécom posee el 100% de la operadora de telefonía fija Uni2 y a través de Wanadoo, su filial de Internet, que adquirió eresMas.

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