Indignación porque muchos se cuelan
El viernes 29 de noviembre se pusieron a la venta las entradas para el próximo concierto de Bruce Springsteen en Barcelona. Cojo el primer tren y llego a la FNAC de la plaza de Catalunya antes de las seis de la mañana. Ya hay gente esperando. Me sitúo en el final de la cola, me siento en el suelo y me armo de paciencia y también de resistencia ante el frío.
Delante de mí hay aproximadamente 150 personas. Pasan una, dos, tres, cuatro horas. Perfecto. La FNAC, por fin, abre sus puertas. Sin embargo, no avanzo ni un metro. Resulta que la cola se ha ensanchado y no parece una fila, sino que hay aglomeraciones de personas, obviamente recién acopladas. ¿Dónde está la vergüenza de esa gente que perjudica a todos los que estamos esperando rigurosamente nuestro turno? Además, se han colado no sólo con el consentimiento de los colegas que han llegado más temprano, sino también de los guardas de seguridad de la FNAC. ¿Pero acaso no existen vallas para que haya orden en la cola? ¿No conocen el sencillo sistema de coger número? Por culpa de todas las personas que se han colado, he tenido que aguantar más de ocho horas de espera, para conseguir las entradas más cutres que quedaban. Son ocho horas, que contrastan con los ocho minutos que tardé en comprar entradas para el concierto de Bruce en París, a través de Internet: FNAC Francia. Pero, sobre todo, muchos fans del Boss deberían aprender a hacer guardar turno. Porque colarse es una falta de respeto y de educación. En definitiva, una mezquindad.-
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