La falta de un nuevo plan de inversiones fuerza a la Universitat a pagar sus obras

"En estos momentos, cuando estamos a punto de llegar al final del periodo de vigencia del Plan Plurianual de Financiación (PPF), el capítulo de inversiones tendrá que nutrirse de los ingresos propios de la Universidad, y no de un plan específico". Este hecho insólito desde que el Consell del PP asumiera la continuidad de los planes de financiación del sistema universitario público valenciano iniciados en la última etapa socialista, obligó al claustro de la Universitat de València a aprobar ayer unas líneas generales presupuestarias para 2003 de 235 millones de euros, lo que representa un descenso respecto al anterior ejercicio (250 millones).

Este escenario de disminución real se produce porque tendrá que prever el pago de las obras e infraestructuras científicas de sus ingresos ante el retraso de la Generalitat en negociar un III Plan de Inversiones, como se había comprometido. El rector Francisco Tomás añadió además la complejidad que supone la elaboración de un presupuesto "austero" en un momento en que el pago del complemento retributivo autonómico supone un aumento de los gastos de personal docente del 8,7% y del 9,6% en administración (180 millones de euros de los 235), lo que deja a la Universitat un mínimo margen para investigación y planes de calidad.