50 familias 'okupas' retrasan el realojo de 3.000 vecinos de Hortaleza

Cada jueves desde hace un mes un grupo de vecinos del barrio de la UVA en Hortaleza se manifiesta ante la sede del Gobierno regional, en Sol. Muchos son jubilados y exigen al Ejecutivo que concluya la reforma de su barrio, iniciada en 1993 con el PSOE. A las 1.104 familias (unas 3.000 personas) de esta barriada construida en 1963 como alojamiento "provisional", les prometieron viviendas dignas para 2002. Sólo 136 familias han sido realojadas. La Comunidad culpa del retraso a 50 familias que okupan los pisos viejos impidiendo su derribo y con ello la construcción de los bloques nuevos.

"Cuando nos trajeron aquí, esto era un campo de ovejas rodeado por un muro y con una iglesia que recuerda a la torre de los campos de concentración. Veníamos para cinco años y llevamos 40", explica Vicenta San Andrés, presidenta de la asociación vecinal de la UVA, un barrio obrero construido en 1963 por la Obra Sindical del Hogar. Ella cree que a la Comunidad "le falta voluntad política para finalizar la remodelación" y asegura que llevan un año esperando reunirse con sus responsables. "A este paso tampoco nos realojan para 2006, que es la nueva fecha que nos han dado", se queja.

El Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), dependiente de la Comunidad, a quien pertenecen estos 1.104 pisos de alquiler barato (de dos a 36 euros) con opción a compra a los 50 años, niega la acusación vecinal. "El problema es que antes de tirar los bloques viejos y construir encima los nuevos necesitamos autorización judicial para desalojar a los okupas que viven en ellos, lo que dilata mucho la operación", explican. "Éste es un problema que heredamos del PSOE, porque hasta 1996 no se pudo entregar ningún piso. Pero en cuanto tenemos suelo libre, construimos; prueba de ello es que estamos levantando 300 pisos", añaden en el Ivima.

Cuarenta metros cuadrados

La okupación de viviendas no es algo anecdótico en este barrio de casas de 40 metros cuadrados que sufren la corrosión de los años. Según los cálculos de San Andrés, pueden ser más de medio centenar las familias que habitan pisos sin titularidad sobre ellos. Unas viven en casas que supuestamente llevaban tiempo vacías, aunque, según la asociación, este verano fueron asaltados pisos aprovechando que sus inquilinos estaban de vacaciones. Otras se han instalado en los bajos, en huecos que han tabicado y convertido en su hogar.

La asociación vecinal no apoya las okupaciones: "En 1994 logramos que el Ivima amnistiara a 200 familias que vivían en pisos irregularmente, pero no podemos defender que sigan las actuaciones ilegales porque no acabará nunca la remodelación", explica su presidenta. Y añade que, según la normativa, los vecinos de la UVA no pueden ausentarse más de tres meses de su casa sin causa justificada ni venderlas.

"Lo que le pedimos al Ivima es que vigile para que no haya pisos vacíos y que llegue a acuerdos con los okupas, por ejemplo facilitándoles otro alojamiento hasta que salga su sentencia judicial, algo que ya ha hecho antes. No queremos que ninguna persona necesitada se quede en la calle, pero entre los okupas también hay aprovechados y el barrio cada vez está más tenso con este tema", apostilla San Andrés.

En 1997, el Defensor del Pueblo aconsejó realojar a los okupas de los bajos si su situación social lo requería. Pero el Ivima replica que quien precise casa "debe seguir los pasos legales". "Si realojamos a quienes tabican un bajo o dan la patada a un piso estamos pasando por encima de muchas familias que han hecho su solicitud en regla", explican.

La reforma de este barrio comprendía en un principio la construcción de 1.176 pisos (1.104 para los habitantes de las casas viejas y 72 para otras familias) pero la Comunidad propone ahora levantar 1.325. La asociación de vecinos se opone a este incremento porque cree que provocaría "hacinamiento" y porque teme que realojen a chabolistas: "Ya tenemos bastante población con problemas sociales como para acoger a más".